La Federación Española de Fútbol (RFEF) ha hecho esta semana públicas las bases de competición para la Segunda B y la Tercera. Confirmó que el inicio de las competiciones será el fin de semana del 17 y 18 de octubre y dejó perfectamente marcada la hoja de ruta del fútbol no profesional.

Habrá tres fases. La primera será a ida y vuelta entre los equipos de los subgrupos y una segunda específica en la que los participantes jugarán por objetivos concretos arrastrando el coeficiente de puntos por partido y los resultados de la primera. 

En Segunda B los tres primeros lucharán por ascender y tendrán asegurado el pasaporte para la Pro. Los cuatro últimos pelearán por evitar el descenso y el grupo intermedio de 3 conjuntos (4º, 5º y 6º) tendrá una nueva oportunidad de entrar en la categoría de nuevo cuño.

A la fase de ascenso acudirán los 16 mejores equipos que disputarán eliminatorias a partido único, que se jugará en una sede única designada por la RFEF y en formato de concentración. Los de mejor puntuación se enfrentarán a los de peor coeficiente. Si hay empate en la prórroga ganará el que haya llegado con mejor puntuación. Solo habrá penaltis si los dos contendientes tienen los mismos números. De los 102 equipos que conforman la categoría solo subirán 4 escuadras.

Por contra, habrá 22 descensos. Los cuatro últimos de cada grupo que luche por no bajar en la segunda fase y los dos equipos que tengan peor coeficiente del resto.

Las normas cambian en Tercera. La primera fase es igual, mientras que en la segunda, en el grupo que lucha por el ascenso subirán de forma directa los dos primeros clasificados. Del tercero al sexto, así como los dos primeros del grupo intermedio, jugarán un play off de tres eliminatorias. Habrá 54 ascensos, 3 en cada uno de los 18 grupos de Tercera.

En el grupo VIII, el de Castilla y León, habrá 7 descensos al contra con 23 participantes. En la segunda fase 11 equipos lucharán por evitar el descenso y solo 4 de ellos lo evitarán, lo que supone una criba importante para los equipos participantes.

Protocolo reforzado. La Comisión Gestora de la Federación Española de Fútbol (RFEF) aprobó el lunes un protocolo de prevención sanitario que supera el que presentó el pasado viernes el CSD. Existían la opción de que las federaciones pudieran mejorarlo y el fútbol no profesional ha optado por este camino. 

Existirá un mecanismo de coordinación y asunción de responsabilidades compartidas. Si la competición es de ámbito estatal y la gestión la ejerce directamente la RFEF (es el caso de la Segunda B) la supervisión corresponderá a la propia Federación. Si son ligas de ámbito estatal, pero regentadas por las federaciones territoriales (el caso de la Tercera), serán estas últimas las que asuman una parte de la supervisión.

Se nombrarán delegados de cumplimiento del protocolo, responsables de higiene y jefes médicos, tanto de los clubes como de la RFEF, que se encargarán de que todo vaya por el camino marcado. También existe una normativa para resolver aplazamientos o suspensiones, así como jornadas de recuperación.