La puesta en marcha de la Film Commission, el organismo encargado de atraer rodajes a la capital y la provincia, se acaba de topar con una dificultad inesperada cuando solo le faltaba el último paso para echar a rodar.

La asociación Sad Hill, la que consiguió recuperar y convertir en un atractivo turístico el cementerio de El bueno, el feo y el malo situado en el valle del Arlanza, ha conseguido convencer tanto a la Diputación como al Ayuntamiento de que son los más adecuados para gestionar esta oficina que habían acordado compartir entre ambas instituciones. Ya a finales en abril presentaron una propuesta de colaboración con un presupuesto de 34.276 euros para el año 2020 (de mayo a diciembre), que ascendería a 75.250 en el ejercicio 2021.

La covid paralizó el proceso, pero la Diputación lo retomó en agosto y finalmente, a través de su empresa pública Sodebur, le ha concedido una subvención de 17.138,14 euros, la mitad exacta de lo que planteaba Sad Hill, durante el periodo de un año prorrogable por otro más si así se considera llegado el momento.

La elección de esta entidad de carácter cultural y no otra para la firma de este convenio se justificó mediante un informe técnico fechado el 14 de agosto en el que Sodebur simplemente argumenta: «Se considera adecuada la colaboración con la Asociación Sad Hill debido que esta entidad es la única asociación de la provincia de Burgos que ha realizado actividades de promoción de turismo cinematográfico». 

Solventada la cuestión en la Diputación, tocaba completar la parte del Ayuntamiento. La administración municipal también quiere utilizar una sociedad pública, en este caso Promueve, pero en este caso no es posible la firma de un convenio y la fórmula elegida ha sido la del contrato de prestación de servicios. La normativa exige que por encima de los 15.000 euros es necesario abrir concurrencia, y la cantidad que se llevaba el lunes pasado a su aprobación era de 14.980. Rozando el tope.

En la propuesta de contratación que finalmente quedó aplazada se refleja cómo la elección de Sad Hill viene determinada por el paso previo del a Diputación y se explica textualmente que la asociación «aporta documentación para avalar la experiencia y conocimiento del territorio burgalés desarrollando en los últimos años a través de un proyecto cinematográfico que contiene en gran parte las necesidades a desarrollar en el objeto de este contrato». 

Sin embargo, la cuestión se topó con la oposición frontal del Partido Popular, que denunció un posible fraccionamiento de contrato y reclamó el pronunciamiento del secretario del Ayuntamiento. Este reconoció que no conocía en profundidad el expediente y que necesitaba estudiarlo para resolverlo. Ante las dudas razonables que generó entre los consejeros, la cuestión quedó sobre la mesa hasta una próxima reunión.  

El concejal César Barriada, representante del PP, afirma que estamos ante «una situación muy delicada» y no entra en si la elegida debe ser o no Sad Hill, pero sostiene que podría cometerse «una irregularidad de libro» al fraccionar un mismo servicio entre varias administraciones, aun cuando no se le contrate exactamente por los mismos conceptos en Sodebur y en Promueve, puesto que el objetivo final será la oficina de promoción cinematográfica.

A su juicio, y a la espera del informe de Secretaría, la cuestión ahora tiene «difícil arreglo» porque «lo que deberíamos haber hecho es como ocurre con Fitur o Intur, que cada año se encarga una de las administraciones y se van turnando para evitar precisamente el fraccionamiento. Y si se superan los 15.000 euros, sacar un concurso y que no haya ningún problema».

Por parte del equipo de Gobierno el concejal de Turismo, Leví Moreno, subraya que «no tendría ningún sentido que la Diputación y el Ayuntamiento no colaborasen en la Film Commission porque hay que trabajar juntos si por ejemplo una productora quiere elegir localizaciones en la Burgos capital y al mismo tiempo en algún pueblo de la provincia».

PSOE: «será muy positivo». Defiende el edil socialista que la oficina de promoción «es algo que ya tendría que estar en marcha hace tiempo, que será muy positivo porque Burgos tiene muchos lugares buenos para rodar», y aunque admite que con carácter general siempre es preferible la competencia en los contratos públicos avala la elección de Sad Hill porque «es gente que conoce la provincia y no lleva ninguna otra Film Commission», por lo que podrían dedicarse plenamente a ella. «Es una forma de apostar por gente de Burgos», concluye Moreno.

Consultados por este periódico, la asociación Sad Hill, a través de  Aquilino Molinero que actúa como representante en la firma del convenio con la Diputación, sostiene; «Nosotros estamos al margen de esta polémica y cuando nos convoquen acudiremos. Lo que queremos es transparencia como siempre que se trata de una administración, no es indiferente cuál sea el mecanismo que decidan porque lo que queremos que esto salga adelante».

A la espera de ver cómo se soluciona el conflicto desde el punto de vista técnico y jurídico, Burgos seguirá por el momento sin este recurso que muchas otras ciudades y provincias ya tienen y que a lo largo de los últimos años han traído una lluvia de millones a lugares elegidos para rodar películas o series de televisión.