«Trabajo duro y constancia, el secreto tras 6 generaciones»

R.N.S.
-

El traspaso generacional es un proceso sencillo, en cambio en el día a día existen mayores problemas y dificultades, según opinan las responsables de la Librería Santiago Rodríguez

Mercedes Rodríguez, junto a sus hijas Sol y Lucía Alonso, enfrente de Hijos de Santiago Rodríguez. - Foto: Alberto Rodrigo

Seis generaciones son las que han dado vida a la librería Hijos de Santiago Rodríguez. Sacar adelante el negocio familiar durante 160 años no ha sido un camino sencillo para esta familia. «Trabajar mucho y ser constante es el único secreto que puede haber tras tantos traspasos» explica Sol Alonso, quien junto a su hermana Lucía forman la sexta generación de libreros.

Mercedes Rodríguez se atrevió a dar comienzo a una quinta generación después de que su padre, José Luís Rodríguez, falleciera y con él también lo hiciera la editorial. Su gran pasión siempre han sido los libros y ella lo que quería era estar al frente de la librería. Gracias a los empleados, que llevaban 40 años entre libros, pudo aprender poco a poco el funcionamiento del negocio y terminar a cargo de la empresa familiar. El tiempo pasa y, tras unos 25 años con la librería familiar, Mercedes ha querido ceder el puesto a sus dos hijas, Sol y Lucía Alonso Rodríguez. «Mis hijas van a vivir una época más dura que la mía» asegura su progenitora. «El traspaso es un proceso fácil y el significado es muy bonito. Espero que sigan con el negocio muchos años más» añade Mercedes.

A pesar de que al principio las dos hermanas no tenían una gran vocación ni grandes conocimientos sobre administración de empresas, los obstáculos que han tenido que esquivar han sido escasos. Sol explica que han tenido que «estudiar mucho sobre las grandes particularidades que caracterizan a todos los comercios familiares y que el sentimiento» que han generado hacia su negocio «ha crecido como resultado de las largas horas de trabajo» que han dedicado a la librería. «Lo más importante para que un relevo generacional tenga éxito es que a la persona que vaya a estar al frente no le haya surgido dicha oportunidad de forma fortuita y que sea alguien preparado y consciente de lo que va a realizar», asegura Sol.
Madre e hijas han vivido momentos muy distintos en esta histórica librería. Pero si hay algo en lo que están de acuerdo, esta quinta y sexta generación, es en la falta de ayudas y de subvenciones que recibe cualquier comercio familiar a la hora de intentar sacarlo adelante. «La librería Hijos de Santiago Rodríguez lleva generando empleo en la ciudad 160 años, es la más antigua de España y parece que a nadie le importa» advierte Sol. Ambas generaciones coinciden y muestran su descontento con la cantidad de dificultades que han tenido y continúan teniendo en la actualidad.

Sol y Lucía Alonso, viven sus mayores obstáculos y problemas durante el trabajo diario. «El mundo del libro es un mundo muy cambiante» e incluso a ellas, a pesar de su juventud, confiesan que les cuesta enfrentase a la cantidad de transformaciones que tienen día a día. Sol Alonso explica que, sin duda alguna, lo que más daño les hace es la inmediatez con la que los consumidores están acostumbrados a vivir hoy en día. «Estamos habituados a una exigencia y una rapidez que el mundo del libro no puede dar». Los pequeños comercios viven en tensión por la demanda instantánea de los clientes, los cuales, ante la falta de rapidez, deciden apostar por las grandes superficies. «Hoy en día la población vive con la necesidad de que los comercios estén abiertos las 24 horas del día y todos los días del año», subraya Sol.

Ante estos problemas, han surgido grandes soluciones. Como la venta de libros a través de soporte digital. Poco a poco, esta sexta generación lucha por adaptar su oferta a la nueva demanda del consumidor. 

 

HISTORIA.

Santiago Rodríguez Alonso abrió en 1850 la librería junto con una casa editorial en la calle Laín Calvo, donde realizaba también trabajos de imprenta. Su hijo Mariano heredó la inquietud de su padre y a partir del primer cuarto del siglo XX, con la llegada del hijo de Mariano, se trasladaron de local e incorporaron una nueva imprenta. Comenzaron así a exportar a Sudamérica. A finales de los años 70 se encontraban al frente sus bisnietos José Luís y Mariano. Con ellos terminó la editorial y la cuarta generación. Hoy, la librería está en manos de Mercedes, hija de José Luis, junto con sus hijas.