Emergencias revisa el protocolo por los desajustes con Álava

Ó.C.
-

Castilla y León propone un nuevo marco para que los servicios consulten entre sí cómo atender las llamadas que surjan en la frontera con Miranda, en un radio de diez kilómetros

Intervención de los bomberos del parque de la Nanclares de Oca el 5 de agosto, dentro del término municipal de Miranda. - Foto: Bomberos de Álava

La coordinación entre administraciones tiene desajustes, aunque en un campo como el de las emergencias el correcto funcionamiento resulta decisivo porque pueden estar vidas en juego. Este verano ha habido varias intervenciones en las que los bomberos del parque de Nanclares de la Oca, cerca de Vitoria, han actuado dentro del término municipal de Miranda tras el aviso del SOS Deiak, el servicio vasco de emergencias. En el parque de la ciudad no entienden cómo ha podido ocurrir, ya que ellos estaban más cerca y la responsable del 112 en Castilla y León, Irene Cortes, ha propuesto renovar el protocolo con el País Vasco para evitar desplazamientos innecesarios o duplicidades ante ciertas llamadas.  

«Tenemos que garantizar que el  servicio que llegue con mayor celeridad  es el que va», afirma la responsable. Cortes asegura tener una solución que ya aplican en otros puntos de la comunidad, como entre Ávila y Madrid. La principal novedad «sería que las llamadas que se realicen en cinco kilómetros a un lado y al otro de la frontera, al entrar en un servicio u otro, primero se consulten entre ellos para determinar quién puede actuar con más celeridad, independientemente de en qué comunidad esté el problema».

Cortés reconoce que la descoordinación en ocasiones la generan los repetidores de telefonía móvil, que derivan automáticamente la llamada y que «nos juegan muchas veces una mala pasada». Eso sí, admite que lo que ha ocurrido este verano en Miranda «no nos había pasado en ningún punto». 

Para que no vuelva a repetirse, la responsable regional ha contactado con Fernando Izagirre, director del SOS Deiak. Ambos transmiten buena sintonía para efectuar modificaciones, pero al otro lado de la frontera defienden que las intervenciones de los bomberos de Álava en suelo burgalés «fueron correctas y acordes a los protocolos firmados». Pese a esta postura, aclaran que después de hablar con Cortés ambos responsables acordaron «analizar los posibles puntos de mejora para incorporarlos a su próxima renovación», remarcan en el SOS Deiak.

Los bomberos del parque de la ciudad recuerdan dos intervenciones y en una «incluso se metieron en el caso urbano», aclaran fuentes sindicales, que no entienden cómo en lugar de preguntase qué medios hay que desplazar, el SOS Deiak envíe a los bomberos de Nanclares de la Oca sin preguntar. «Entendemos que es una mala praxis porque solo movilizan a sus recursos, cuando nosotros podemos llegar mucho antes», sostienen desde Miranda, donde añaden que «necesitamos más coordinación porque puede haber vidas en juego».

Al margen de las intervenciones dentro de la ciudad, en el parque local critican que en ocasiones desde SOS Deiak «nos llaman diez o quince minutos más tarde para que a ellos les dé tiempo a llegar a la vez que nosotros», denuncian fuentes sindicales. Además, sobre el terreno lamentan que para una misma intervención aparecen efectivos de Miranda y Álava, algo que reconocen en las emergencias vascas, aunque alegan que esto «es algo muy frecuente en zonas limítrofes en las que ubicar los siniestro, teniendo en cuenta la confusión inicial, es difícil».

Por este motivo, en cuanto a las criticas sindicales que surgen desde Miranda, los responsables del País Vasco sostienen que «no las compartimos para nada, ya que seguimos escrupulosamente los protocolos establecidos».

En la ciudad, los representantes sindicales del parque sostienen que el problema está en el servicio de Nanclares que «es nuevo y están intentando acaparar todo lo que pueden y tienen el mismo problema con los bomberos de Vitoria».