Fallece el empresario Julián Sardina, impulsor de Cecoga

A. DEL CAMPO
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El que fuera uno de los grandes nombres del crecimiento de la comarca murió ayer a los 75 años por un problema cardíaco. Quienes le conocieron lo definen como un hombre cargado de fuerza y visión

El empresario ribereño Julián Sardina. - Foto: Patricia

El empresario ribereño Julián Sardina falleció ayer a los 75 años de edad. La causa de la defunción fue un problema cardíaco que el propietario y director general del grupo alimentario Cecoga no consiguió superar. Como apuntan fuentes familiares, no era la primera vez que el histórico emprendedor de la comarca sufría un problema de corazón. Había padecido episodios anteriores y estaba pendiente de que le pusieran una válvula para mejorar sus dolencias en el hospital de León. Sin embargo, la pandemia del coronavirus hizo que se retrasaran las fechas para la prevista intervención. A pesar de este problema, quienes le conocieron afirman que estaba haciendo vida normal, con su fuerza de siempre, aunque reconocen que en ocasiones se cansaba más de lo que era habitual.

Hasta el último momento, Julián Sardina hizo gala de esa fuerza y esas ganas que le caracterizaron. Una personalidad que le llevó a convertirse en uno de los grandes nombres del crecimiento empresarial de la Ribera del Duero. Fue el principal impulsor de lo que hoy se ha convertido en uno de los grupos más importantes de Castilla y León en el sector agroalimentario, como en la actualidad es Cecoga. Un conglomerado de más de 30 años de trayectoria que apuesta por acercar a la enología, a la agricultura y a la ganadería las novedades más punteras a través de proveedores que se centran en la investigación y la innovación, y que tiene sedes en Aranda, Roa, Lerma, Soria, San Esteban de Gormaz y Peñafiel.

Pero los méritos de Julián Sardina no se limitan a Cecoga. También fue uno de los creadores de Vinos Tudanca. A través de la familia de su mujer, Mari Carmen Tudanca, y gracias a la pasión inculcada por su suegra, Vicenta de las Heras, Julián Sardina se enamoró del mundo del vino, del cultivo de la viñas, de la elaboración de los caldos... De esta forma, Vinos Tudanca fue creciendo hasta convertirse en una de las sagas de viticultores con más solera de la comarca, en la que los hijos y nietos de Vicenta de las Heras, la familia Tudanca de las Heras, presume del legado de la inspiradora de un proyecto que conquistó al propio dueño de Cecoga.

Un hombre muy querido. Además de ser un empresario de éxito y de gran relevancia en la Ribera del Duero, Julián Sardina era una persona muy querida en la comarca. Tanto es así que acumuló varios reconocimientos en vida.

Su cuñado, Jesús Tudanca, recuerda a Julián Sardina como un «hombre emprendedor, que ha montado de la nada una empresa importantísima, con muchísimos empleados y delegaciones. Un hombre con una vitalidad, una fuerza y una visión extraordinarias. Además siempre estaba con proyectos, siempre con ideas. Un hombre muy vitalista, muy amigo de sus amigos, muy apreciado por todo el mundo. Se hacía querer por todo el mundo». «Es una pérdida tremenda, fundamentalmente para los familiares pero también para la Ribera. Es un hombre que siempre ha apostado por las empresas, los trabajadores...», añade Jesús Tudanca sobre Julián Sardina, de quien dice que ha significado «todo» para el sector empresarial ribereño. El entierro será este lunes a las 17.00 horas en la iglesia de Santa María.