La fortaleza fija las butacas del teatro

I.L.H.
-

El IMCyT mantiene las rutas teatralizadas estivales en el recinto amurallado, pero sin itinerancia. Bambalúa y Ronco adaptan 'Patrimonios' y 'En el Castillo hay un tesoro de cien millones' para público sentado

Bambalúa prevé adelantar la hora de inicio del espectáculo nocturno para evitar el frío a un espectador que estará quieto durante la representación. - Foto: Valdivielso

El año pasado se cayó de la programación municipal la ruta teatralizada por el centro histórico y este verano lo hace el recorrido guiado de Arawake por el interior del Palacio de Castilfalé -suponemos que por tratarse de un recinto cerrado-. Las únicas rutas teatralizadas que mantiene el Instituto Municipal de Cultura y Turismo para el estío son las que se concentran en el Castillo: dedicadas a sus pasadizos y galerías subterráneas y el teatro nocturno por el interior de la fortaleza.

Pero aunque la propuesta del IMCyT va a lo seguro con las conocidas iniciativas de Ronco Teatro y Bambalúa, sus montajes no serán iguales a los de años anteriores porque las medidas sanitarias que impone la covid-19 exigen modificaciones. Para empezar ninguno de los dos moverá al público por distintas estancias  del recinto y en el caso del espectáculo que recorría las galerías subterráneas, ni siquiera bajarán a ese escenario.

Ronco Teatro repite con la obra En el Castillo hay un tesoro de cien millones, sobre la figura del general Leopoldo Centeno y sus peripecias buscando dinero y objetos de valor escondidos en las galerías. El general de la guardia civil Leopoldo Centeno rastreó durante casi 25 años lo que llamaba el «tesoro de los franceses», obsesionado en encontrarlo en los accesos subterráneos del Castillo. 

Pero en lugar de bajar a las galerías acompañando alternativamente a Centeno y Mari Carmen, los ‘voluntarios’ atenderán las directrices conjuntas de los dos protagonistas, sentados en una butaca y con mascarilla. «Al no tener el aliciente de bajar a las galerías hemos adaptado el espectáculo dándole más contenido dramático, jugando con los dos protagonistas que andan buscándose y  tratando de despertar el interés por visitar las galerías cuando se pueda. Queremos dejarles con las ganas de conocer los 400 metros que hay debajo», resume Andrés García.

El contrato que debe aprobar el consejo ejecutivo del IMC propone realizar 34 representaciones de esta obra durante el mes de agosto, con dos pases diarios para todos los públicos y un aforo a priori de 50 personas. Junto a Andrés García se turnarán en esta obra Fran de Benito,  Violeta Ollauri, Ory Esteban y Ana Rosa García.

Bambalúa trabaja también en la adaptación de Patrimonios (Témpora 2.0), el montaje de humor que se centra en el Camino de Santiago, la Catedral y Atapuerca, los tres  elementos distinguidos por la Unesco.

En su caso deberán modificar las transiciones y la logística entre escenas , ya que los cambios los realizaban antes mientras los espectadores se movían de una zona a otra de la fortaleza. «La idea es que el público solo necesite girar un poco la cabeza para vernos sobre el pozo, el aljibe, la pasarela o el escenario. La dramaturgia en sí no cambia, pero sí la forma de presentarlo», señala Sito Matía, de Bambalúa Teatro. 

Se prevén 13 representaciones entre el 30 de julio y el 5 de septiembre para mayores de 7 años y con un aforo de cien personas. «También estamos valorando adelantar un poco el horario», añade.