La hostelería ve «ensañamiento» en la decisión de la Junta

B.G.R.
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La patronal afirma que se responsabiliza de nuevo al sector y vaticina un aumento de las reuniones no controladas

Algunos bares continuaron abiertos en la Flora bajo la atenta mirada de la Policía. - Foto: Miguel Ángel Valdivielso

Como un «jarro de agua fría», con indignación y «rabia» ha recibido la hostelería la medida de la Junta de cerrar todos los establecimientos que no sean esenciales a las 20 horas a partir de hoy, después de que el Tribunal Supremo suspendiera de forma cautelar el adelanto del toque de queda. La patronal se muestra rotunda a la hora de valorar la decisión, que considera que supone «ensañarse» con el sector al «volver a cargar en él toda la responsabilidad» de la pandemia, además de que avanza una «cascada» de demandas individuales para reclamar daños patrimoniales.
El presidente de la Federación de Hostelería, y también de la regional, Fernando de la Varga, no encuentra explicación «lógica» a esta medida, «teniendo en cuenta que desde el primer minuto queremos trabajar conjuntamente para salir de esta crisis sanitaria». En este sentido, apunta a que el recorte del horario de cierre de bares y restaurantes, que en la actualidad solo pueden ofrecer servicio de terraza y comida para llevar o a domicilio, propiciará más los encuentros sociales no controlados. «Es absolutamente llamativo que la consejera de Sanidad dijera recientemente que uno de los grandes focos estaba en las relaciones del ámbito privado y ahora determinen esto», subrayó, al tiempo que se preguntó que van a hacer los ciudadanos en esa franja de 20 a 22 horas.

Una vez conocido el auto del Supremo por la mañana, la patronal temía «algún movimiento» por parte del Gobierno regional. Por ello, muestra su cautela de cara a un posible alivio de las restricciones existentes, cuya prórroga finaliza el próximo martes, 23 de febrero, al igual que el cierre a las ocho. Al respecto, De la Varga ve un «panorama borroso», además de «lagunas» y una «tensión» entre el colectivo que va en aumento, ya que «si solo se permite un aforo del 33% en el interior, sin consumo en barra, esto supone enmascarar una situación muy alarmante». Además, muestra su preocupación por las palabras de la consejera vinculando ese levantamiento de las limitaciones a la ocupación de las UCI. «Hemos sido la provincia que mejores cifras ha tenido durante la tercera ola y ahora se nos quiere condenar otra vez por ser solidarios», señaló en referencia a la llegada de pacientes de otros territorios y solicitando a la Junta que «compense» de alguna manera a Burgos.
Tras los anuncios de ayer, la Federación avanzó que se producirá una «cascada» de demandas por daños patrimoniales (...)

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