El edificio situado junto al convento de las Trinitarias, en la plaza de Santa Teresa número 5, ya no acogerá nunca más al capellán. Los tiempos han cambiado también para estas monjas y el inmueble está siendo sometido a una rehabilitación total de su interior para acoger 5 viviendas que serán de pequeño tamaño (tienen entre 40 y 85 metros cuadrados) pero estarán a un paso del centro y asomadas al río Arlanzón.

El Ayuntamiento de Burgos concedió la oportuna licencia de nueva planta el día 16 de junio y los trabajos no se han hecho esperar. En unos pocos días el edificio ha quedado vacío aunque se ha conservado su fachada tal y como obliga el Plan Especial del Centro Histórico, dentro de cuyo ámbito se encuentra. Según figura en la documentación municipal, el presupuesto de ejecución de la obra asciende a 252.308,91 euros.  Aunque las religiosas figuran como las solicitantes de los permisos ante la administración, consultadas por este periódico afirman que ellas no tendrán nada que ver en las obras y que perderán la titularidad de la parcela en favor del constructor que llevará a cabo los trabajos.

(Más información, en la edición de papel de hoy de Diario de Burgos)