Belén Delgado

Plaza Mayor

Belén Delgado


Grafiti, deporte olímpico

12/12/2021

En apenas cuatro días, la Policía Local de Burgos ha trincado a cuatro gamberros del grafiti, imitadores cutres de Bansky. Como si fueran comandos de guerrilla urbana, los agentes les retiraron un arsenal completo de aerosoles, perfiladores y boquillas. Algunos de los pillados 'in fraganti' eran menores por lo que responderán de su ansia pinturera sus padres.

No sé si es que ya se me han clavado en la retina o es que me he obsesionado con ellos, pero últimamente solo veo pintadas por todas partes. Voy a ver una exposición al CAB y toda la magnífica restauración de ese barrio histórico está que da pena. Visitas la otra punta de la ciudad, pongamos que Gamonal, y no hay bajo comercial o negocio que no tengan unos garabatos infames. Sales a la autovía y han decorado (es un decir) hasta la parte trasera de los paneles luminosos.

El reto ha cogido altura y ya no les basta con los muros. Levanten la vista y verán techos y fachadas de esas en las que te preguntas ¿cómo han subido hasta ahí? En muchos casos, el feísmo de estas muestras de vandalismo permanecen por tiempos indefinidos. Sus víctimas ya han asumido que borrarlas puede ser entendido como un reto, una insumisión o una invitación a volver a sufrir estas prácticas.
Tienen que tener entre ellos unas claves que los demás no entendemos. Algún ranking en el que se puntúa la reiteración y la dificultad de acceso al lugar en el que manchar. La estética no creo que tenga mucho que ver porque casi ninguno superaría el examen de ingreso a una escuela de artes y oficios. 

Y, hablando de Bansky, haría falta un trocito del pastizal que cotizan las piezas del anónimo artista británico para limpiar toda las paredes de Burgos (capital y provincia), guarreadas por estos pintamonas. Bansky ha dejado una reconocible huella, ya sea en Bristol (supuestamente su lugar de origen), las calles de Gaza o el metro de Nueva York a lo largo de medio siglo. Ahora se cotiza a la altura de Picasso o Warhol, lo que no impide que muchas de sus oscuras piezas hayan sido borradas por los servicios de limpieza de las ciudades a lo largo del tiempo.

El parkour es otra actividad urbana, eso sí  mucho más limpia, que consiste en sortear obstáculos con todo tipo de saltos y sin ayuda externa. Mucha gente reclama que sea declarado deporte olímpico. Yo propondría que el grafiti también lo fuera. Con la cantera que hay aquí, igual mejorábamos nuestro medallero.