Hay un viejo proverbio que aboga por la necesidad de que todo cambie para que todo siga igual. Pues bien, a este axioma ha recurrido el actual gerente de Aspanias, José María Ibáñez, a juicio de las familias críticas de la organización que reclaman un verdadero cambio de rumbo en la entidad. Amanda Castañeda, dimisionaria de la junta directiva, expuso este lunes que los miembros de los órganos de gobierno recibieron este fin de semana un correo con un documento titulado ‘Plan de Transformación de Aspanias’, donde se describe la estructura de la entidad tras «abandonar» el propio Ibáñez la gerencia.

El nuevo organigrama estaría formado por cuatro grandes áreas al frente de las cuales el actual gerente colocará a «personas de su absoluta confianza», las que conforman el grupo del que se ha rodeado Ibáñez y en los que «se ha apoyado en su desafortunada andadura de los últimos años», de tal modo que seguiría ejerciendo «su poder» desde la sombra. «Quiere dejarlo todo atado y bien atado antes de irse», comentó. 

En el documento «camufla cambios que afectarían significativamente a las estructuras de Aspanias, Asamimer y Aspodemi en unas modificaciones que solo precisan el visto bueno de sus tres presidentes», con lo que «evita reunir a sus juntas directivas, los patronos y la propia asamblea de socios». 

En lo que se describe como «plan de control y apropiación de Aspanias» jugará un papel fundamental «un consejo asesor» en el que estaría el propio José María Ibáñez. Asimismo, se apoyaría en una asesoría externa «de su confianza». «Presumimos que lo que quiere es controlar las cuentas», aventuró, a pesar de «su gusto por el despilfarro de recursos con contrataciones innecesarias». Si no se explican estos cambios, el colectivo Aspanias Cambia cree que el actual gerente «tiene otras intenciones, pues pretende neutralizar el departamento financiero y de recursos humanos, precisamente ahora» que se exige una «auditoría de gestión y claridad en el estado económico».

José Ruiz, otro de los portavoces de las familias críticas, considera que resulta prioritario «convocar ya elecciones» para cambiar los órganos de gobierno y que «sean otros los que afronten» una situación económica por la que Aspanias tiene un «agujero patrimonial de más de 3 millones de euros, más los cerca de 7 que debe a proveedores y bancos». Se hallan en plena recogida de firmas para obligar a la actual dirección a iniciar el proceso electoral.