Nueva vida en la misma calle

I.M.L.
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El dueño del taller calcinado en noviembre en Aranda logra otro trabajo a la espera de los seguros

Mohamed Lebda (i.) sale de la nave de su taller tras el incendio. - Foto: I.M.L.

"Llevaba mes y medio esperando y las facturas llegan, no podía esperar más". Con este sencillo pero contundente argumento explica Mohamed Lebda su decisión de "cerrar un capítulo y empezar a vivir". Este joven mecánico de 33 años tuvo un día el sueño de contar con su propio taller, pero el incendio que calcinó tres naves el 19 de noviembre de 2021 en la calle Logroño del polígono industrial Allendeduero de Aranda se lo llevó por delante. "He estado esperando a ver si decían algo los seguros pero todavía estamos con ellos, así que me he buscado un trabajo y me he puesto a ello", comenta.

La casualidad ha querido que su nuevo empleo esté en una empresa ubicada en la misma calle donde tenía su malogrado taller. "Sí que me da un poco de cosa cuando me asomo y lo veo, pero hay que mirar hacia adelante", confiesa Lebda. La imagen de las tres naves sigue siendo la misma que dejaron los bomberos cuando acabaron su labor en la zona del incendio: escombros amontonados a la entrada y las tres verjas precintadas aún con cinta policial. "El dueño de la nave me ha dicho que va a haber que tirarlas las tres, que pensaban que la nuestra se había librado un poco y con cambiar el tejado se apañaba, pero parece que no se va a poder salvar nada", apunta.

Lo que también ha descartado es retomar su afán emprendedor después de la mala experiencia que ha sufrido a causa del fuego. "De momento, aquí me voy a quedar porque con lo que me van a dar no da opción a abrir nada", lamenta, confiando en que en un mes pueda estar todo aclarado. Mientras espera a que se conozca el dictamen del informe policial sobre las causas del fuego, que requiere tanto él como el resto de los afectados por el incendio, entre los que está la asociación Art de Troya que organiza Sonorama Ribera, para las reclamaciones a sus respectivos seguros.

Mohamed hace cálculos de lo que podrá recuperar. "Todo el dinero perdido, hay que devolverlo igual, el de la inversión inicial, que superó los 50.000 euros", estima en un principio, aunque no sabe cuánta indemnización le corresponderá. "Me pagarían el material, encima no todo, porque lo aseguré al principio con lo que tenía, los elevadores y poco más, pero luego fuimos comprando más cosas y eso, por lo visto, no entra", valora sin ocultar su contrariedad por lo vivido. Ahora mismo, más allá de todo lo perdido, tiene una idea clara en su mente: "Con que le pueda devolver el dinero que me prestó mi padre me vale, quiero pasar página cuanto antes", afirma, convencido de que su vuelta a la actividad laboral le está ayudando a él y a su familia a dejar atrás lo que el fuego arrasó.

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