La lista de espera para pasar la ITV se alarga a 20 días

F.L.D.
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En algunos municipios, como en Salas o en Aranda, no se puede pedir cita previa hasta el mes de agosto. Se estima que durante el confinamiento quedaron sin revisión más de 50.000 vehículos

Ciudadanos esperando para pasar la ITV. - Foto: Miguel Ángel Valdivielso

Desde que la provincia entró en la desescalada, las estaciones de Inspección Técnica de Vehículos han trabajado a destajo para aligerar la kilométrica lista de espera acumulada durante el confinamiento. Las colas fueron, y siguen siendo, constantes tanto en Villaonquéjar como en otros municipios, como Aranda de Duero y Salas de los Infantes. Después de poco más de un mes desde que las ITV reabrieron, siguen pendientes miles de revisiones que hacen que haya que aguardar al menos veinte días para poder concertar una cita. Mientras, además del trabajo acumulado desde marzo hasta mayo, van expirando más etiquetas que, para más inri, no gozarán de la moratoria otorgada por el Gobierno para poder cumplir con la normativa.

Para conseguir una cita en las estaciones de Burgos, Aranda y Salas hay que armarse de paciencia. El primer día en el que se puede concertar para pasar la ITV del turismo en la capital es el 21 de julio, aunque para camiones pesados la espera apenas es de una semana. El problema está en la provincia. En el centro de inspección de la Ribera no hay fechas hasta finales de agosto, al igual que en la comarca de Pinares. Por su parte, en Miranda, Villasante y Belorado se puede acudir previo aviso mañana mismo, aunque no a todas horas. 

Las razones de este retraso son obvias. Por un lado, en las últimas semanas se han agolpado todos los propietarios de vehículos cuyas inspecciones expiraron durante el confinamiento. Por otro, las estaciones están sometidas a unas restricciones de seguridad y limitaciones de aforo que retrasan, lógicamente, los procesos. 

En cuando al trabajo acumulado en los últimos tres meses, según los datos que cada año difunde la Junta de Castilla y León, en la provincia de Burgos se quedaron sin pasar la ITV algo más de 50.000 vehículos, a los que habría que sumar otros 5.000 cada semana que pasa. Para facilitar la descongestión, el Gobierno puso en marcha una orden ministerial en la que concedió una moratoria 30 días naturales a contar a partir del final del estado de alarma para todos aquellos conductores con la etiqueta caducada durante el estado de alarma, más otros 15 adicionales por cada semana transcurrida desde el 15 de marzo. Así, si una persona tenía que llevar su vehículo a revisión el día 16, cuenta con cerca de seis meses para poder cumplir. 

Sin embargo, esto no afecta a todos aquellos turismos, motos y camiones cuyo plazo para pasar la inspección terminó a partir del 21 de junio, fecha en la que se levantó el estado de alarma. Fue precisamente esta circunstancia la que provocó que la Asociación Española de Entidades Colaboradoras de la Administración en la Inspección Técnica de Vehículos (AECA) reclamase al Ejecutivo una serie de medidas para poder dar servicio a todos los usuarios que debían cumplir con la revisión periódica. Muchas de ellas fueron escuchadas. 

No obstante, las estaciones y empresas de ITV han venido reiterando a los propietarios de vehículos la necesidad de acudir cuanto antes a los centros de revisión, ya que, apuntan desde AECA, «la ITV es un servicio que salva vidas y preserva el medio ambiente». No en vano, no pudieron reabrir sus puertas hasta el 20 de mayo. 

Desde ese primer días, se establecieron una serie de medidas para evitar las aglomeraciones en los recintos de inspección, partiendo de la necesidad de solicitar cita previa para poder acudir. Se han adaptado todos los procesos afectados, como la entrada de vehículos, la recepción de documentación o la circulación de personas para garantizar unas condiciones óptimas y de seguridad para los empleados y para los usuarios. Una vez allí, está fijado un aforo tanto en los talleres como en las oficinas, así como una distancia mínima de dos metros entre clientes y trabajadores. 

Pero la novedad más importante en cuanto a las ITV es que el inspector no puede acceder al vehículo, por lo que es el propio conductor quien debe hacer caso a sus  instrucciones para que pueda efectuar las comprobaciones necesarias y valorar, así, su estado. Asimismo, las empresas responsables de las inspecciones están recomendando el pago online a la hora de concertar la cita previa y reducir los contactos. Esta medida también está dirigida a disminuir las esperas excesivas. Además, la compañía con más presencia en Castilla y León, Itevelesa, ha dispuesto una plataforma digital para evitar los procesos administrativos