Imar está a la espera de un comprador que salve la empresa

Ó.C
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La plantilla confía en que la operación llegue antes del 24 de septiembre, fecha límite para las ofertas

Imar está a la espera de un comprador que salve la empresa

El futuro de industrias Imar ha entrado en una fase decisiva. La planta ubicada en el polígono de Bayas sigue en funcionamiento, a pesar del concurso de acreedores que afecta al grupo Nuetalia, propietario de la factoría, y que se encuentra en plena liquidación. Por este motivo los plazos han empezado a correr y por parte de los administradores concursales se ha dado el paso de buscar posibles compradores para Imar y garantizar de esta manera su viabilidad. Dentro del procedimiento ya han aparecido anuncios en prensa, que marcan una fecha límite: el 24 de septiembre.

Este será el último día en el que los interesados pueden formalizar sus ofertas dentro de un proceso que arrancó el 9 de septiembre. Sin finalmente se consigue un comprador, este se llevará como se destaca por parte de la plantilla, una planta en la que los pedidos no faltan y que se ha visto arrastrada a esta situación por la gestión del grupo. De hecho, junto a la venta de Imar también se sigue este proceso en otras dos firmas integradas en Nuetalia como son Peymo y Servichap.Por el momento ya hay empresas del sector que se han movido para conocer la situación de Industrias Imar y ya tienen a su disposición el cuaderno de ventas, en el que se muestra cómo tiene que ser el procedimiento así como los plazos que se tienen que seguir.

Por parte de la plantilla se ve con cierto optimismo la situación a pesar de la incertidumbre que viven, porque son conscientes de que hay firmas interesadas en hacerse con Imar. Una empresa que fue una de las primeras factorías que se levantó en el Polígono de Bayas y que cuenta con una buena reputación en el sector, con una cartera de clientes importante. De hecho, desde que el concurso de acreedores arrancó a finales del mes de julio, sí que tienen problemas para conseguir materia prima, aunque hay clientes que se hacen cargo de esta compra para contar con la experiencia de la planta mirandesa.

En ella, otro de los efectos que se ha notado es la reducción que ha sufrido la plantilla. Por ahora continúan una treintena de trabajadores indefinidos, que siguen con la producción. Los puestos que se han eliminado corresponden a empleados temporales que completaban a los indefinidos. Entre ambos, antes de los problemas en la planta había unos cuarenta trabajadores, una cantidad que puede volver si la venta de la empresa cristaliza, porque los pedidos por ahora no faltan.

Lo que también existe es el mencionado interés de otras firmas por hacerse con Imar. Con este contexto, si al terminar este proceso se llega al 24 de septiembre con más de una oferta sobre la mesa, tendrán que ser los administradores concursales los que se decidan por la más ventajosa. Este puede ser el siguiente capítulo de Imar, una de las firmas más antiguas de Bayas, que nació en 1931 y se dedica a la fabricación de chapa perforada