Llevaban semanas siguiéndole tras conocer que se dedicaba al tráfico de drogas. En una de esas vigilancias decidieron pararle y confirmar sus sospechas. La Policía Nacional detuvo a principios de este año a F.T.M. como presunto autor de un delito contra la Salud Pública y ahora la Fiscalía pide para él siete años de cárcel y una multa de 77.292 euros. Se sentará en el banquillo de la Audiencia Provincial el próximo 24 de septiembre. 

Tras recibir la alerta de que el ahora acusado se dedicaba al tráfico de drogas, el Grupo de Estupefacientes de la Comisaría Provincial comenzó a mediados del mes de enero una serie de vigilancias y seguimientos tanto a él como a su vehículo, ya que consideraban que era una de sus herramientas para acometer esta actividad ilegal. Cinco días después, le detuvieron en el párking del Centro Comercial Camino de la Plata.

En el interior del vehículo, los efectivos policiales encontraron una bolsa con cerca de un kilo de anfetamina (elemento necesario para fabricar speed) con una pureza del 16%. El Juzgado de Instrucción número 3 de Burgos autorizó entonces una entrada y registro en su domicilio de Cardeñuela de Riopico, donde encontraron más sustancias. 

En concreto, hallaron otros dos envoltorios que entre los dos sumaban cerca de 20 gramos de anfetamina y otro con 15 gramos de resina de cannabis. Todos ellos, según el escrito del Ministerio Público, destinados al tráfico. Y es que también intervinieron una báscula de precisión, dos botes que contenían sustancia de corte y varios papeles con anotaciones de nombres y cantidades. Se estima que el valor de toda la mercancía incautada alcanzaría en el mercado ilícito los 25.764 euros. 

La defensa del procesado se muestra disconforme con el escrito del fiscal y con la pena de 7 años de cárcel solicitada. Asegura que F.T.M. es «consumidor de sustancias destructivas desde un tiempo inmemorial». En este sentido, recuerda que meses atrás se le tomaron muestras de cabello que arrojaron positivo en sustancias como cannabis, anfetaminas, cocaína o éxtasis. 

Además, explica en su escrito el letrado, el procesado presenta un trastorno mental y del comportamiento por culpa de la dependencia a todas estas sustancias «que producen un deterioro cognitivo y un defecto global a su personalidad». 

Por otro lado, considera que las pruebas realizadas para determinar la cantidad exacta de droga incautada no se realizaron con el suficiente espacio de tiempo, por lo que podría pesar de más.