Así se persigue al coronavirus

A.G.
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El equipo de seguimiento epidemiológico de la Gerencia de Atención Primaria explica cómo se actúa para evitar la extensión de la enfermedad desde el primer momento en el que llega una persona a la consulta con síntomas de covid-19

En primer plano, los rastreadores Jorge Olalla y Elisa Gómez y detrás, de izquierda a derecha, los miembros del equipo de seguimiento epidemiológico Ángel González, Diego Santamaría y María José Pereda. - Foto: Patricia

Más del 95% de los pacientes que dan positivo en coronavirus se están captando en Atención Primaria, estructura que cuenta con un equipo de seguimiento epidemiológico formado por técnicos de salud en su Gerencia y 101 rastreadoras (la mayor parte, enfermeras) haciendo el trabajo de campo en los 37 zonas básicas de salud. Tres de los médicos del equipo de seguimiento, Ángel González, Diego Santamaría y María José Pereda (otros miembros son la médica Lucía Pascual y la enfermera Mónica Fernández), explican con un caso práctico cómo se pone coto al virus desde que una persona llega a un centro de salud con síntomas.

Una mujer de 38 años que trabaja como camarera en una cafetería lleva dos días con fiebre. Va a su médico de familia en el centro de salud y le explica que tiene este síntoma y otros que también ha experimentado (está más cansada de lo habitual y tiene algo de tos) y al médico le parece que son compatibles con covid-19.

Se le gestiona de forma inmediata una cita para hacer la PCR en 24 horas, se le informa de que desde ese mismo momento tiene que estar en aislamiento (lo que supone no salir de una habitación con la puerta cerrada y extremar las medidas de higiene) y se le pide que prepare una lista de contactos estrechos con los que estuvo 48 horas antes de empezar con los síntomas: "La gente sí que está concienciada y suele ser bastante ágil a la hora de comunicarnos sus contactos".

A las 24 horas la rastreadora de su centro de salud le llama para notificarle que su PCR ha sido positiva y ahí empieza el rastreo de contactos. El inicio del aislamiento antes, incluso, de conocer el resultado de la prueba, y el rastreo tienen como objetivo frenar la transmisión del virus. El seguimiento de esta paciente será conjunto entre su médico de familia (que controlará la sintomatología y las posibles complicaciones que pudieran aparecer) y la rastreadora/enfermera, que hará la vigilancia epidemiológica con los contactos estrechos que la paciente le ha facilitado.

Este hipotético caso genera 15 contactos. Se le pregunta por los más estrechos y convivientes -en este caso, su marido, dos hijas y su madre; por los del ámbito laboral -tiene diez compañeros pero con cuatro, por diferentes razones, ha estado cerca más de quince minutos sin mascarilla, y por los del ámbito social, 7 amigos con los que estuvo cenando 48 horas antes de empezar con los síntomas.

A estos contactos de la lista se les llama por teléfono y se les dice que tienen que permanecer en cuarentena, que es la medida que se establece para el paciente que se presupone sano y que obliga a no salir de su domicilio. La dificultad del rastreo aparece porque, lógicamente, cada una de estas personas no solo puede pertenecer a un centro de salud diferente dentro de la provincia sino que se puede dar el caso de que sean de otras provincias y de otras comunidades autónomas. Así, tanto el equipo de seguimiento epidemiológico de la Gerencia de Atención Primaria como las rastreadoras se encargan de redirigir cada contacto a su centro de salud. Se les hace la PCR, normalmente de un día para otro.

8 de esos 15 contactos estrechos de la camarera dan positivo y a partir de entonces, por tanto, se consideran casos, por lo que se volverá a empezar el mismo proceso con cada uno de ellos y sus respectivos contactos.

El aislamiento de un caso (se denomina así a la persona enferma, con síntomas) dura entre diez y catorce días. El alta para volver a la vida normal se da en este periodo de tiempo siempre que se cumplan dos condiciones: que se haya estado todo ese tiempo con sintomatología leve o muy leve sin ingreso hospitalario y que en los últimos tres días no haya habido síntomas. No es necesario que haya una PCR negativa porque estas pruebas pueden permanecer positivas durante mucho tiempo por restos virales y esto no quiere decir que la persona siga teniendo capacidad de contagio. Se entiende que tras diez días, mínimo, de aislamiento, si se tienen síntomas leves el virus ya no se transmite. A lo largo de este tiempo recibirá varias llamadas de los profesionales sanitarios de referencia encargados de su seguimiento.

A los contactos de la persona enferma se les hace la PCR y aunque sea negativa tienen que seguir en cuarentena diez días, algo que, según explican desde el equipo de seguimiento epidemiológico, es lo que más cuesta comprender: "Se están pidiendo pruebas masivas pero las pruebas se tienen que hacer cuando están indicadas y si están indicadas es que te tienes que quedar en casa ya que esa prueba negativa se puede positivizar y lo que interesa es parar la transmisión", explica los técnicos. Al cabo de esos diez días se les repite la prueba para confirmar si siguen negativos: si es así se les da el alta; si dan positivo se convierten en un nuevo caso, con lo que el proceso vuelve a iniciarse.


A TENER EN CUENTA.

1.-¿QUIÉN SE ENCARGA DE SEGUIR EL RASTRO AL VIRUS?

Es la sección de Epidemiología del servicio territorial de Sanidad de la Junta, que se nutre del trabajo de tres ámbitos: El primero es Atención Primaria, con un equipo formado por una decena de sanitarios que están en la Gerencia de Atención Primaria y 101 rastreadoras (fundamentalmente, enfermeras) que se encargan de realizar el trabajo de campo en las 37 zonas básicas de salud con las que cuenta la provincia de Burgos; el servicio de Medicina Preventiva del HUBU, que hace el rastreo de los contactos de los pacientes que ingresan en el hospital, y los servicios de Prevención de Riesgos Laborales cuando el caso se da en el ámbito laboral.

2.- ¿A QUÉ PERSONAS SE LES HACE LA PRUEBA (PCR)?

A quienes tengan síntomas compatibles y, dentro del rastreo, a las que son contactos estrechos de casos confirmados. También a los pacientes que deben acudir al hospital para someterse a algún tipo de intervención programada o urgente o procedimiento invasivo.

3.- ¿A QUÉ SE LE LLAMA CONTACTO ESTRECHO?

Se considera contacto estrecho a toda persona que haya estado con un caso confirmado nuevo de coronavirus más de quince minutos a menos de dos metros estando ambos sin mascarilla. En las sintomáticas, esta casuística se ha tenido que dar desde las 48 horas previas al inicio de los síntomas y en las asintomáticas -por ejemplo, un contacto estrecho que se convierte en positivo - desde las 48 horas previas a la primera PCR positiva.

4.- ¿QUÉ BUSCAN LOS RASTREADORES?

Los contactos estrechos de las personas que han dado positivo por PCR.

5.- ¿QUÉ PIDEN LOS EXPERTOS?

Que se sigan extremando las medidas de precaución: distancia social, mascarilla e higiene de manos. Que se respeten los aislamientos y las cuarentenas que indican los sanitarios. Que se tenga responsabilidad individual.

6.- ¿TIENE SENTIDO HACER PRUEBAS MASIVAS COMO SE PIDE DESDE ALGUNOS ÁMBITOS?

Los médicos del equipo de seguimiento epidemiológico de la Gerencia de Atención Primaria coinciden en insistir en que hay que hacerlas solo cuando estén indicadas. "Puede tener sentido en un contexto epidemiológico en el que quieras identificar pacientes asintomáticos en grupos específicos de edad, áreas geográficas con mayor incidencia o en pacientes más vulnerables, como es el caso de las residencias o centros sociosanitarios. Un resultado negativo en el test hoy no implica que no pueda ser positivo mañana, y se puede generar una falsa sensación de seguridad".