La investigación iniciada por el Seprona de la Guardia Civil en 2019 alrededor de la antigua fábrica de material fotográfico de Valca, cerrada y abandonada a su suerte desde 1993 con multitud de materiales peligrosos en el interior de los 6.500 metros cuadrados construidos de sus edificios avanza y ha dado un nuevo paso. Después de las tareas de vaciado de residuos peligrosos realizada entre los pasados meses de julio y agosto por orden del Juzgado de Villarcayo y a instancias de la investigación abierta por la Fiscalía de Medio Ambiente, la Consejería de Fomento y Medio Ambiente va a realizar una segunda recogida de materiales peligrosos, según ha podido saber DB.
La empresa vallisoletana Biotrans Gestión de Residuos S.L. fue la adjudicataria de los trabajos realizados el pasado verano a cambio de 150.000 euros. Este encargo llegaba después de que la propiedad de las instalaciones hiciera caso omiso al requerimiento de Medio Ambiente de que retirara los residuos peligrosos observados en la inspección que se llevó a cabo un año antes, en julio de 2020 por personal de Medio Ambiente, el Seprona de la Guardia Civil y la Confederación Hidrográfica del Cantábrico. Por este motivo, el Juzgado de Villarcayo requirió a la Administración regional que llevara cabo esta tarea de manera subsidiaria para después cargar el coste a la propiedad o responsables de los residuos.
El atestado del Seprona ya alertó del peligro que entrañan «los residuos peligrosos de diversa naturaleza, nada despreciables en su cantidad y con efectos tóxicos (venenos, corrosivos, ácidos...) que al estar abandonados y sin acceso restringido, suponen un riesgo muy grave para la salud de las personas que pudieran estar expuestas a los mismos...».
Después de los trabajos ejecutados por Biotrans en verano, el Servicio Territorial de Medio Ambiente de Burgos en colaboración con el Seprona y los agentes medioambientales de la zona realizaron una nueva visita «para comprobar que no existiesen más residuos peligrosos en Valca». La inspección vino motivada por el hecho de que «las instalaciones poseen una dimensión considerable, con múltiples recintos», en los que podían quedar «posibles residuos peligrosos que faltasen de retirar». En esa inspección se hallaron materiales tóxicos y desde la Junta ya han acudido de nuevo a la antigua Valca junto con una empresa gestora de residuos con objeto de que presentara un presupuesto, al que se le ha dado el visto bueno esta misma semana. La empresa, como ha avanzado el Servicio Territorial de Medio Ambiente a DB «ya está organizando los trabajos» para su próximo comienzo.
Rapidez. Desde el Servicio Territorial de Medio Ambiente de Burgos, que supervisará las labores de retirada, aseguran que «se ha tratado de actuar rápido, para agilizarlo», puesto que el Juzgado de Villarcayo y la Fiscalía esperan los informes sobre la cantidad y el tipo de residuos que permanecían en Valca y así tomar una decisión sobre la posible comisión de un delito contra el medio ambiente.
Con esta nueva retirada ya serían tres las llevadas cabo en Valca, ya que en 1998 y también por orden judicial se sacaron de allí cien toneladas de residuos tóxicos. En esta ocasión, todavía no se ha elaborado un informe que resuma la cantidad y el tipo de exacto de materiales que estaban al alcance de cualquiera, dado que el cierre perimetral de las instalaciones está muy deteriorado y se puede acceder sin dificultad.
DB ha solicitado sin éxito información al Ayuntamiento del Valle de Mena sobre la decisión tomada en mayo por su junta de gobierno para reforzar vallado perimetral, que aún no se ha materializado. El Consistorio tampoco ha contestado sobre el expediente de ruina que la Guardia Civil le ha requerido que inicie ante el mal estado de conservación de los edificios, construidos hace 80 años.