Montefibre ha perdido desde su reapertura 26 millones

R.C.G.
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Los juzgados avalan el último ERTE de la empresa, que ya ha anunciado a la plantilla su intención de encadenar otro hasta diciembre mientras complenta la transformación de la planta. La firma ha recibido un impulso estatal con 16 millones del Reindus

Montefibre ha perdido desde su reapertura 26 millones

Praedium rescató a Montefibre de la quiebra cuando la planta mirandesa estaba en periodo de liquidación. El nuevo grupo inversor era consciente entonces de que volver a hacer rentables las instalaciones mirandesas requería tiempo y la  transformación a medio plazo a la fibra de carbono. El objetivo era arrancar con la acrílica para recuperarse económicamente y captar clientes antes de acometer el costoso cambio, pero los acontecimientos se han precipitado debido a las exigencias del mercado.  

La fábrica retomó su actividad en marzo de 2017 y logró una rápida recuperación que se vio truncada al poco tiempo por la inestabilidad internacional y medidas como las sanciones estadounidenses a países que eran sus principales mercados. Así a finales del año siguiente tuvo que parar otra vez la producción para acometer el proceso de transformación, en el que aún está inmerso y que no prevé acabar antes de diciembre, ya que el coronavirus ha retrasado una vez más los trabajos. Durante estos años la planta ha dado pérdidas superiores a los 26 millones de euros, según las cuentas presentadas al Juzgado de lo Social de Burgos.

Durante 2017 y 2018 el déficit fue de 13,8 y 10,5 millones. El pasado ejercicio el agujero en caja se redujo hasta el millón de euros, cifra que se ha vuelto a incrementar a 1,6 millones en el primer trimestre del presente año. Con la producción parada, la compañía ha ido encadenando expedientes de regulación de empleo, lo que ha generado incertidumbre en la plantilla al ver peligrar su futuro laboral.

Después de que en abril la empresa aplicará otra suspensión temporal de contratos para 53 de sus 112 trabajadores, el comité presentó una demanda de conflicto colectivo esperando que los juzgados la declararán nula. Y es que los trabajadores entienden que no está debidamente justificado ya que los retrasos en el proceso de transformación no son en su opinión consecuencia directa del coronavirus sino de que la empresa no ha dado los pasos necesarios para cumplir con los plazos previstos a pesar de que ha recibido importantes sumas de dinero procedentes del Plan Reindus.

Sin embargo los juzgados han tumbado la denuncia de la plantilla y dan la razón a Montefibre al considerar probadas las pérdidas económicas durante varios años y las causas organizativas que alega la dirección para aplicar un nuevo ERTE mientras se completa la adaptación de la planta para producir fibra de carbono. De hecho la dirección ya ha anunciado en las últimas reuniones mantenidas con el comité, que una vez que finalice el actual expediente, su intención es convocar otro hasta diciembre. En dicho encuentro el presidente de Praedium, Alfonso Cirera, informó a los trabajadores de que ya se ha elegido al proveedor que completará el cambio de la planta y que espera que el mismo se ejecute en siete meses.

Montefibre ha contado en los últimos tiempos con un importante impulso del Ministerio de Industria a través del plan Reindus, por el que la firma ha recibido más de 16 millones de euros en dos plazos,  aunque el último todavía no se ha hecho efectivo