9 años de cárcel al atracador que 'asfixiaba' a sus víctimas

I.E.
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El menor que acompañaba a este ladrón estrangulaba a los ciudadanos a quienes asaltaban para que perdieran la consciencia a fin de poderles robar

En la foto se observa cómo un atracador estrangula a un joven. - Foto: DB

La maniobra que utilizó una pareja de atracadores -uno de ellos menor de edad- para desarmar a sus víctimas y robarles sin oposición era bien peligrosa, pues consistía en estrangularles para que perdieran la consciencia. Por fortuna, la Policía Nacional logró detenerles hace justamente un año por cometer cuatro asaltos de esta naturaleza. Al adulto, de 20 años hoy en día, el juzgado de lo penal número 1 de Burgos le ha condenado a 9 años y un mes de cárcel por tres de esos atracos.

Los asaltos tuvieron lugar en los meses de septiembre y octubre del pasado año, momento en el que la Comisaría comenzó a investigar. Con los testimonios de las víctimas y las imágenes de algunas cámaras de seguridad, la Policía Nacional comprobó que usaban una peligrosa llave conocida como Mataleón (Rear Naked Choke), que proviene del jiu-jitsu brasileño y que puede llegar a causar lesiones graves o incluso la muerte si se ejecuta mal.

El primer atraco tuvo lugar en la madrugada del 25 de septiembre de 2019. Los dos delincuentes se acercaron a un joven y le gritaron que les diera todo lo que tenía. Mientras el menor le agarraba del cuello por detrás y lo tiraba al suelo el ahora condenado, que llevaba la cara tapada con una braga, lo registró y le sustrajo 300 euros.

El 14 de octubre, también de madrugada, amenazaron a un ciudadano que echó a correr, si bien fue alcanzado. Le derribaron con la misma maniobra, le patearon y después le inmovilizaron poniéndole un pie en la espalda, tras lo cual se apoderaron de un móvil valorado en 356 euros. Para lograr que les entregara la mochila le agarraron por el cuello y, al ver que se ahogaba, optó por dársela. Dentro había un ordenador de más de 1.000 euros.

El 25 de octubre fue su último asalto antes de ser detenidos. En esa ocasión se aproximaron a dos jóvenes, a uno de los cuales el menor de edad lo estranguló y lo tiró al suelo con una zancadilla, tras lo cual les dio 50 euros. Para evitar que les robaran el móvil, propusieron a los ladrones ir a sacar dinero a un cajero para entregarles efectivo. Entre los dos les dieron 120 euros.