Las negociaciones del convenio del metal entre la patronal y los sindicatos dieron ayer un vuelco de 180 grados y, contra todo pronóstico, hubo fumata blanca. Tanto Femebur como UGT yCCOO se presentaron a una nueva reunión sin ningún presagio de dejar cerrado ningún preacuerdo, pero a última hora del mediodía, y tras varios amagos de levantarse de la mesa sin pacto alguno, finalmente sellaron un principio de acuerdo. Ambas partes se comprometen a aplicar un convenio de tres años, desde el 1 de enero de 2020 al 31 de diciembre de 2022, y coinciden en calificarlo como«transitorio» dadas las circunstancias que ha dejado -y deja en la actualidad- la pandemia.
En términos salariales, la distribución por cursos es la siguiente: 2020 quedará con las nóminas congeladas; en 2021 se les aplicará una subida del 1,5% con una revisión por exceso del IPC pero a partir ambas condiciones del próximo 1 de julio. Por último, de cara al 2022 se aumentarán los salarios un 1,5% ahora sí desde el 1 de enero y se suman dos días de plus convenio, uno desde el inicio y otro a partir del 1 de julio. En estos momentos la cuantía que se percibe un complemento por 26 días mensuales, pero que se pasaría a cobrar por 28 jornadas. Este cambio, según CCOO y UGT, se reportará en que la subida final podría rondar el 2,5% en 2022 para los cerca de 20.000 trabajadores incluidos en el sector.
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