De los 623 positivos en coronavirus confirmados en la última semana en la provincia, 74 se han detectado en la capital. Representan poco más del 11% del total, que está muy condicionado por la situación de la Ribera: el lunes añadió otros 78 positivos al balance y ya lleva 450 en siete días entre los centros de salud Aranda Rural, Norte y Sur. Ahora bien, nueve de cada diez se confirman en personas asintomáticas; son casos que afloran por el rastreo.
Sin embargo, es una evidencia que la velocidad de transmisión del virus es creciente y que hay una tendencia ascendente de casos en la provincia, donde ayer se notificaron otros tres brotes: uno en la zona sanitaria con médico en el centro Rural Sur (entorno de Ibeas), con diez casos asociados; otro en Melgar, con 5 casos asociados; y, por último, otro en la capital, con otros cinco afectados.
En estos tres focos el contagio se ha producido en ámbito familiar; una característica que comparten con la mayor parte de los 39 brotes notificados en Burgos en este segundo pico pandémico (37 activos a día de hoy). Salvo un par de excepciones en las que el origen y el nexo epidemiológico ha sido el trabajo, en el resto se ha comprobado que la transmisión del virus se ha producido en reuniones familiares y/o de amigos.
De ahí que la Junta lleve tiempo recomendando a la población que evite las ‘quedadas’ masivas y que siempre que acuda a un evento social extreme las precauciones; una petición a la que ayer se sumó el alcalde de Burgos (ver información adjunta en la página siguiente), Daniel de la Rosa, con un bando en el que, sin embargo, no toma medidas con ninguno de los espacios públicos municipales en los que más gente se puede estar concentrando estos días (piscinas, parques infantiles, conciertos, etc.).
Como sucede en la provincia, la situación también es heterogénea en la capital: mientras que entre los pacientes del centro de salud de Santa Clara se han confirmado 14 nuevas infecciones en los últimos siete días, en Los Cubos han sido dos. La capital sumó el lunes seis casos de los 89 de toda la provincia (78 solo en Ribera) y, en general, el aumento se está produciendo de manera muy progresiva, aunque es mucho más evidente en tres de los centros de salud con mayor número de tarjetas sanitarias adscritas: el de Santa Clara (17.232), el de Comuneros (17.062) y el Cristóbal Acosta (16.619). Entre los tres suman 37 nuevos contagios en una semana (14, 13 y 10, respectivamente), lo cual indica que, epidemiológicamente, en estas tres demarcaciones sanitarias se ha superado el umbral del riesgo alto de contagio, establecido en más de 5 infecciones por cada 10.000 habitantes en el plazo de una semana (o más de 50 para 100.000 personas). Ahora bien, es un indicador relativo porque no todos se han contagiado en su barrio, ni siquiera en la capital, donde sí se ha confirmado su infección.
En cualquier caso, la situación dista mucho de ser la de Aranda, donde la incidencia acumulada motivó el confinamiento al rozar los 90 contagios por cada 10.000 habitantes (900 por cada 100.000 personas). Ese umbral se superó el 6 de agosto y el 7 entró en vigor un confinamiento que este viernes tendrá que revisarse, para decidir si se prorroga por otros siete días. La Junta solicitó 14 días, pero el juzgado lo rebajó a la mitad. Ahora el Ejecutivo regional ha pedido una prórroga.
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