«El gran problema de los pueblos por desgracia, son los cementerios y en el nuestro ya no había ni sitio», manifiesta el alcalde de Villadiego, Ángel Carretón, mientras comprueba la ejecución de las obras de ampliación del camposanto, una actuación que consiste en la urbanización de los terrenos reservados y la colocación de 98 sepulturas prefabricadas dobles, «porque aquí la gente no quiere nichos, prefiere el suelo y no tenemos previsto construir más nichos porque todavía tenemos algunos vacíos».
Con la ejecución de este proyecto el alcalde considera que «solucionamos el problema para mucho tiempo» y además se ha derribado el muro que separaba la zona vieja del camposanto de la nueva, «ahora no hay dos cementerios, solo hay uno», matiza Carretón, quien se muestra muy satisfecho por la marcha de unos trabajos que concluirán, tras un mes de obras, en las próximas semanas.
Esta actuación, al igual que otras que se están llevando a cabo en la localidad, se está financiado con cargo al superávit que tenía el municipio. «Estamos económicamente bien y los 268.000 euros de superávit de 2019 los hemos destinado a distintas inversiones, entre ellas la del cementerio, que se lleva más de 90.000 euros (47.500 para las sepulturas y 45.000 para urbanizar el camino), casi la tercera parte de los ahorros», afirma el alcalde.
Más actuaciones. Al margen de la ampliación del cementerio, con cargo a ese superávit, el Ayuntamiento también está acondicionando una las casas conocidas como de los camineros, para alquiler social, al igual que otra que está siendo rehabilitada por la Junta dentro del programa Rehabilitare. «La Junta ya rehabilitó en su día una que está ocupada por los trabajadores de la residencia, otra ya están en ejecución y la nuestra será la tercera», manifiesta el alcalde, quien considera importante disponer de este tipo de vivienda social para atender cualquier urgencia que pueda surgir. Para este proyecto la cantidad asignada asciende a 48.400 euros, la misma que ha presupuestado la Junta para su proyecto. Otra partida de 46.000 euros se destinará a los últimos trabajos y equipamiento del edificio de la calle Vega que se está acondicionando como biblioteca municipal.
Otra partida importante del superávit se destina a la urbanización de la calle Antonio Ruiz y avenida Reyes Católicos. En la primera está previsto reparar todo el vial y en la segunda renovar las aceras, disponiendo para ello de 48.000 y 33.224 euros. «Se trata de dos actuaciones que teníamos previsto ejecutar con los planes provinciales del próximo año, pero vamos a aprovechar para cambiar su aspecto y sustituir las viejas aceras de cemento por otras de baldosas, como venimos haciendo desde hace años en otras vías del pueblo», señala Carretón.
A estos 268.000 euros del superávit del año pasado hay que sumar los 760.000 contemplados para inversiones en el presupuesto de este año, de los que la mayor parte se han destinado a las obras de acondicionamiento del futuro centro de día, que se levanta en un anexo a las residencia de mayores.