El viento arranca el tejado de la iglesia de Orón arreglado en verano

G.A.T. / Miranda
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Hubo más de una veintena de emergencias por caídas de tejas, elementos de fachadas y cubiertas. En la calle Ciudad de Vierzon una farola se dobló hasta parar contra un edificio

Rachas de más de 80 kilómetros por hora fueron ayer las causantes de algunos destrozos de diversa consideración en la ciudad. Un intenso viento que se llevó por delante el tejado de la torre de la iglesia de Orón, y que provocó varios desprendimientos en tejados y fachadas de distintos barrios, obligando a los viandantes a caminar con un ojo pegado al cielo y otro al suelo.

En Orón los daños son muy importantes, ya que la fuerza del aire acabó por llevarse buena parte de la nueva estructura colocada en el tejado de la iglesia de San Esteban. Al parecer, alguna de las rachas fuertes que se dieron ayer levantó uno de los extremos del tejado, y con ello se produjo un ‘efecto vela’ que provocó que el aire entrara por debajo de la tela impermeable colocada bajo las tejas y levantara de un tirón varios metros cuadrados de tejado.

«Estaba recién arreglado, de este mismo verano», explicaba Diodoro Merino, párroco del templo, que se acercó a comprobar los destrozos, verificando que al menos los daños no habían llegado al interior. Las tejas volaron varios metros, cayendo algunas sobre el tejado de la nave de la iglesia, y otras incluso al suelo. «Han tenido que acordonarlo los Bomberos y se han retirado varios coches para evitar que se dañen si caen más tejas», explicaba un vecino.

El alcalde pedáneo, Ricardo da Rocha, dice que el tejado había sido reparado con fondos del Ayuntamiento de Miranda y del Arzobispado. «Ya hemos contactado con la empresa que lo puso para ver cómo se arregla», comenta, mientras que el párroco prepara la documentación para enviar al Arzobispado para que tramiten el parte con el seguro.

Fue una obra bastante costosa (unos 90.000 euros), que poco tiempo ha durado. Además preocupa que al estar el tejado levantado, el agua de la lluvia e incluso la nieve que se prevé para los próximos días puedan dañar más la estructura, por lo que se intentará actuar de forma rápida.

En Orón también se partió un árbol de la plaza y el viento tiró un espejo ubicado para dar visibilidad en un cruce, pero los efectos del viento estuvieron muy presentes en otras zonas de la ciudad.

Los avisos fueron varios, con una veintena de intervenciones principalmente por caída de elementos de fachadas y tejados de los edificios. Un enorme susto se levaron en la calle Ciudad de Vierzon 56, donde una farola sucumbió a la fuerza del viento y se dobló hasta parar con la fachada del edificio. «Si se cae a la acera o a la calzada podía haber pasado cualquier cosa», decía un vecino de la zona que observaba cómo trabajaban los operarios del servicio eléctrico. La farola, que además tenía su base muy roñosa, tuvo que ser cortada para su traslado.

El estadio municipal de Anduva también sufrió el viento, y una ráfaga hizo que parte del tejado de chapa que cubre el edificio anexo a la Tribuna principal se levantara y doblara. Se trata de la zona en la que están las taquillas, el palco, las cabinas de prensa y la sala de trofeos, aunque los daños han sido escasos.

La bolera

 

Hubo que acordonar también varios puntos, como la zona de la bolera, en la calle Ronda del Ferrocarril, o un tramo de la acera de las casas de los maestros (en Condado de Treviño), en ambos casos por la caída de tejas. Problemas con cornisas y fachadas hubo en calles como Ciudad de Toledo, Santa Lucía, Cuartel del Este, Condado de Treviño, La Estación y Alfonso VI, y en el camino de La Sendilla se cayó un árbol. En Las Matillas y en la calle Aguzanieves (El Crucero) se desprendieron chapas de pabellones abandonados, y en el colegio Aquende tuvieron que actuar los Bomberos al haber algún desprendimiento y estar la antena en riesgo de caída. También un quiosco de la ONCE sufrió los efectos del viento al desprenderse parte del cartel luminoso. Y el viento dificultó algo más de lo normal la extinción de dos incendios, uno de un contenedor en El Lago y otro de matorral en el camino de Carrancha, en la zona de Los Linares.

La intensidad fue bajando de forma progresiva por la tarde, quedándose las rachas por debajo de los 50 kilómetros por hora. Hoy ya se ha desactivado el aviso amarillo por parte de Aemet en cuanto a viento, ya que las previsiones dan intensidades inferiores a los 30 kilómetros por hora durante todo el día.