Seguirá el campo mirando al cielo, conteniendo el aliento para que no sea granizo lo que se cierna sobre él, ni una de esas tormentas bíblicas con viento huracanado. Porque las previsiones son claras: se habla de una cosecha excepcional. Las estimaciones de los sindicatos que ha podido conocer este periódico hablan de alcanzar las 1,7 millones de toneladas de cereal. Datos más precisos permiten saber cómo se presenta la recolección por comarcas. Si Burgos es el granero de Castilla y León, la Bureba sigue siendo el de la provincia: el cálculo de toneladas de trigo, cebada, centeno y avena que podrían recogerse en esta privilegiada comarca llegaría hasta las 406.000 toneladas, una cifra extraordinaria. La segunda comarca con mayor producción estimada es la de Arlanzón, donde se calcula una cosecha de 332.000 toneladas; en la del Odra-Pisuerga pueden alcanzarse las 326.000 toneladas. Estas tres -Bureba, Arlanzón y Pisuerga- copan el 60 por ciento del cereal de toda la provincia, superando el millón de toneladas según las estimaciones.
También la cosecha se presume muy buena en la comarca del Arlanza, situándose en cifras cercanas a las 314.000 toneladas. Con cifras bastante más inferiores cierran la Ribera (168.000 toneladas); Merindades (115.000 toneladas); Páramos (42.000 toneladas); y, por último, la Demanda, donde podrían recolectarse en torno a 33.000 toneladas. El trigo es, un año más, el rey del cereal en tierras burgalesas: la estimación de los sindicatos agrarios supera las 990.000 toneladas; cerca de 700.000 la de cebada; y mucha menor cuantía en centeno (20.000) y la avena (35.000 toneladas). En los sindicatos agrarios confían en que la climatología sea benigna también este mes de junio; que no haya mucha más humedad que desarrolle enfermedades como la roya y que, sobre todo, no haya granizo que pueda arruinar el campo.
La PAC. Sin embargo, no todo son buenas noticias para quienes viven del campo. Esta misma semana se ha conocido la propuesta de presupuesto que ha realizado la Comisión Europea para la Política agraria Común (PAC) en el período 2021-27 en la que plantea un recorte de un 9 por ciento en los pagos directos a los agricultores y de un 6 en el caso de los fondos de desarrollo rural.
Castilla y León no entiende cómo la PAC no haya sido considerada como una política esencial en Europa tras lo acaecido por la crisis sanitaria. Tanto los sindicatos agrarios como la Junta de Castilla yLeón consideran que la PAC debería haber salido reforzada porque se trata de un sector esencial que, además, ha garantizado, y seguirá haciéndolo, el abastecimiento.