La autoridad burgalesa de la élite del fútbol femenino

ÁLVAR ORTEGA
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Estefanía Benito y Adriana García son dos de las árbitras asistentes de la Liga Iberdrola, máxima categoría del país. La primera está afrontando su debut mientras Adriana encara su quinto año en lo más alto

Estefanía Benito (i.) y Adriana García.

La Liga Iberdrola ha crecido exponencialmente en los últimos años. Y con el atractivo del fútbol femenino también ha llegado la evolución y la consecución de los diferentes pasos enfocados a la profesionalización del sector arbitral presente en la máxima categoría nacional. Dentro de ese selecto grupo de 56 árbitras (24 principales y 32 asistentes, todas mujeres) se encuentran Adriana García y Estefanía Benito, dos burgalesas que, desde la banda de los campos de los conjuntos más importantes de nuestro país, imparten justicia en una liga que está viviendo su edición más atípica, con equipos que han disputado hasta cuatro jornadas menos que otros.

La pandemia ha supuesto un grado de dificultad añadido a una debutante en la selecta categoría como Estefanía Benito, que se muestra satisfecha por el comienzo de liga en el plano individual pese a los miedos que la amenazaban antes de comenzar la competición doméstica. “Al principio temía mi adaptación a la categoría, sobre todo tras tanto tiempo sin partidos, pero me he visto bien físicamente y muy concentrada durante este comienzo”, remarca la asistente.

Sensaciones muy diferentes fueron las presentes en Adriana García antes de comenzar esta nueva edición de la Liga Iberdrola al tener «la suerte de pitar el último partido antes de la pandemia» y además se ha podido preparar con «tres amistosos de Tercera División masculina que me han ayudado mucho de cara a coger ritmo». De igual manera, la experiencia es un factor fundamental en estos casos, y por ello «siempre hacemos que se note», afirma la veterana asistente, que afronta su quinto año en la élite.

Adriana García (i.) y Estefanía Benito (d.), junto a las capitanas del Levante y Athletic de Bilbao durante un partido en el que han coincidido esta temporada. Adriana García (i.) y Estefanía Benito (d.), junto a las capitanas del Levante y Athletic de Bilbao durante un partido en el que han coincidido esta temporada.

Las dos paisanas arrancaron la nueva temporada con un choque entre Eibar y Betis a principios de octubre, pero no era la primera vez que arbitraban juntas. Ya en años anteriores habían compartido presencia sobre el verde en diversas citas. El resto de jornadas bajo su mando las han hecho viajar hasta Madrid, Logroño, Bilbao o La Coruña, aunque «el ambiente es totalmente diferente a la hora de arbitrar en estadio vacíos, y eso se nota», comenta Estefanía Benito.

La ausencia de clubes de Castilla y León en la máxima categoría nacional -el equipo más puntero es el Parquesol de Valladolid, presente en Reto Iberdrola, la división inferior- es al mismo tiempo una noticia negativa y positiva para ellas.

«Siempre es bonito que un club de tu comunidad esté en lo más alto», afirman a favor de esta posibilidad, aunque esto supondría una reducción de sus actuaciones, pues las colegiadas no pueden impartir justicia en encuentros en los que toma parte algún equipo de su comunidad autónoma, caso común en las colegiadas vascas, que tienen vetada su presencia en choques del Athletic, Real Sociedad o Eibar.

Esta puntualización es importante de cara a poder ser una de las árbitras seleccionadas para la Copa de la Reina, que se celebrará a principios de año y que enfrentará a los equipos de la máxima categoría. Para dicha selección parten con cierta ventaja, pues a la base de su buen rendimiento durante esta primera parte de la campaña se debe añadir el hecho de que su procedencia no les impedirá arbitrar a ninguno de los equipos participantes, como sí ocurrirá en otros casos.

Una de las pocas máculas que empañan el debut soñado de Estefanía Benito es la ausencia de socialización con el resto de compañeras. «El feedback no es el mismo en persona que por ordenador», afirma, aunque también es consciente de que la tecnología supone una gran ayuda. «Se hacen tres seminarios arbitrales por año y siempre estamos analizando a nuestrascompañeras o a nosotras mismas en la plataforma», afirma Adriana García, que está convencida de que «cada vez cometemos menos fallos, y es porque estamos mejor preparadas».

Estefanía y Adriana, dos profesionales burgalesas. Dos historias en la élite del fútbol nacional femenino. Un debut y una consagración juntas.