El presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, ha defendido esta mañana que la decisión de la Junta de Castilla y León de ampliar el pasado fin de semana el toque de queda a las 8 de la tarde estuvo motivado porque el Ejecutivo autonómico, a la vista de la evolución de la pandemia, tuvo que elegir entre esta opción y castigar aún más a sectores como la hostelería y el comercio. Y esto último, tal y como ha añadido, "no nos parecía adecuado".

Mañueco se ha apoyado, de nuevo, en los "informes jurídicos" de la Junta para exprimir al máximo las posibilidades que les otorgaba el decreto del estado de alarma y ha recalcado el compromiso de la Junta en el respeto de la legalidad.

El líder del Ejecutivo autonómico ha avanzado que esta semana la Consejería de Cultura anunciara una nueva línea de ayudas directas al sector de la hostelería, que alcanzará los 20 millones de euros. Y respecto a las ya existentes ha admitido que le ha "sorprendido" la pocas solicitudes que se han realizado. Lo ha achacado a falta de información y ha hecho un llamamiento a que se reclamen antes del próximo 27 de enero (fecha tope).

Mañueco ha comparecido esta mañana con el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, con quien ha presentado el Plan Sumamos (Salud + Economía), que se traducirá en la relación de tes masivos de antígenos para los trabajadores de la comunidad autónoma. En el caso de Burgos se realizarán en el polígono de Villalonquéjar, pero se desconoce aún la fecha.

Garamendi ha reclamado también ayudas directas a todas las administraciones, a las que ha reclamado que se coordinen, y en el caso concreto de los ayuntamientos, como el de Burgos, ha sugerido la "supresión" del IBI.