Igea veta a Lacalle y Rico para un posible pacto con el PP

J.M.
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El líder regional de Cs asegura que es una condición 'sine qua non' que no repitan en el cargo quienes llevan ya 8 años

Igea veta a Lacalle y Rico para un posible pacto con el PP - Foto: Alberto Rodrigo

Si este miércoles el alcalde en funciones y candidato a repetir como regidor de la ciudad, Javier Lacalle, celebraba la buena sintonía entre el PP y Cs tras la primera reunión que mantuvieron los dos partidos en Valladolid para negociar sobre el futuro Gobierno de la Junta y animaba a seguir por el mismo camino en Burgos, ayer el líder regional de la formación naranja, Francisco Igea, arrojaba un jarro de agua fría sobre las aspiraciones de los populares al garantizar, en una entrevista recogida por la agencia Efe, que «una condición sine qua non» para que avancen las negociaciones es que no puedan aspirar a ser alcaldes o presidentes de Diputación quienes han ocupado el cargo durante 8 años. Lo que es lo mismo, que Javier Lacalle y César Rico, entre otros, renuncien a liderar estas instituciones.

Si Cs se mantiene firme en este veto, el PP tendrá que debatirse entre aceptar que la Alcaldía y la presidencia de la Diputación queden en manos del PSOE o renunciar a que Lacalle y Rico puedan repetir un nuevo mandato. En este caso, los candidatos de los populares en el Ayuntamiento y en la institución provincial pasarían a ser, presumiblemente, Carolina Blasco y Borja Suárez. Eso, siempre y cuando las exigencias de la formación naranja se queden ahí. Algo que a estas alturas del partido parece improbable.

En relación al inicio de la negociación entre el PP y Cs a nivel regional, Igea frenó la euforia de los populares al afirmar que «ayer (por el miércoles) la gente leyó el índice y dijo que le gustaba el libro». Y después añadió que «lo que no somos ni seremos es el tonto útil de nadie».

Lo llamativo de las declaraciones de Igea es que se producen un día después del encuentro con el PP. Porque ese día quien tomó la iniciativa en la formación naranja fue el dirigente nacional, José María Espejo, mientras que el líder regional, al que muchos sitúan más cerca del PSOE que la cúpula nacional de su partido, se mantuvo en un segundo plano.

Mientras otros hablan sobre lo que debería pasar en Burgos, el candidato de Cs al Ayuntamiento, Vicente Marañón, sigue guardando silencio. Pero tampoco quisieron valorar este nuevo escenario ni Lacalle, aludido directamente, ni el líder local del PSOE, Daniel de la Rosa.

Como en cada movimiento de este tipo, el final de la negociación será el que determine si esta condición forma parte de una estrategia y de una escenificación o si es una línea roja. En cualquier caso, Cs se ha significado durante las últimas semanas por poner vetos a todos los partidos: al PP, a Cs y también a Vox. Y en alguno de ellos, forzosamente, tendrá que recular.