Montefibre no soluciona la alta emisión de gas cancerígeno

R.C.G.
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La empresa anunció hace meses que iba a colocar un dispositivo para reducir los parámetros, que triplican los permitidos, pero ni siquiera ha iniciado los trabajos. La Junta investiga ya la situación

Montefibre tiene activa la planta de cogeneración mientras completa la transformación a fibra de carbono. - Foto: Alberto Rodrigo

Montefibre continúa triplicando las emisiones de óxidos de nitrógeno permitidas, un grupo de gases altamente contaminantes y considerados como agente cancerígeno por las organizaciones sanitarias. Después de que este periódico destapara en julio que la Junta estaba investigando la situación, la empresa prometió instalar un dispositivo reductor en menos de un mes. Sin embargo han pasado cuatro y no se han iniciado los trabajos ni hay una fecha concreta para ejecutarlos.  

Aunque la producción de fibra está parada a la espera de que se complete la transformación de la planta de acrílica a carbono, proceso que también ha sufrido varios retrasos, la central de cogeneración mantiene su actividad. Es precisamente la que emite los conocidos como gases NOx, que según algunas mediciones han llegado a superar los 200 miligramos por metro cúbico cuando la legislación medioambiental dice que no se pueden sobrepasar los 75. Aunque Montefibre ha negado en alguna ocasión estos parámetros, que figuran en la denuncia remitida a la delegación territorial de Medio Ambiente, nunca ha aportado datos actualizados que los desmientan. Los únicos que ha hecho públicos son de hace más de tres años. 

Además, algunas fuentes consultadas aseguran que tampoco se está pasando la revisión periódica  de la turbina, a la que se lleva al límite tanto de funcionamiento como de falta de mantenimiento, lo  que acarrea un riesgo de accidente. 

Montefibre contrató a finales del año pasado a una empresa alemana los trabajos para instalar el reductor de emisiones. De hecho se pagó parte del proyecto, pero cuando la firma especializada ya había hecho acopio de todo el material y estaba lista para empezar, la dirección de la planta mirandesa optó por frenar la ejecución del mismo. El argumento esgrimido fue el coronavirus. 

Sin embargo, una vez estabilizada la primera oleada de la crisis sanitaria, durante los meses de verano el grupo Praedium afirmó que iba a retomar la obra de forma prioritaria, promesa que no ha cumplido ya que desde entonces no ha movido ficha para solucionar un problema ecológico que además supone un peligro potencial para la salud de los mirandeses. 

Durante la pandemia, la planta de cogeneración nunca ha dejado de funcionar a pesar de no haber tomado medidas para ajustarse a lo que marca la normativa. Los gases Nox, que en menor concentración también se producen en otros procesos como la incineración de basuras, tienen en el dióxido de nitrógeno su principal contaminante, y desde hace años figuran en la lista negra de la Organización Mundial de la Salud por sus efectos nocivos para las personas y el entorno.