Vítor Benite se vistió de cortó, pero no se movió del banquillo durante el duelo ante el Happy Casa Brindisi italiano. Según explicó Joan Peñarroya tras el encuentro, el capitán azulón arrastra unas molestias en los isquiotibiliales y, al ver que el choque estaba controlado, decidió no forzarle.
La carga de partidos a la que está siendo sometido el Hereda San Pablo durante las últimas semanas pasó factura al brasileño, quien acabó con una ligera dolencia el pasado domingo frente al Movistar Estudiantes y las sensaciones en los entrenamientos del lunes y el martes no fueron buenas.
No obstante, Peñarroya confía en poder contar con él para el próximo envite liguero ante el Monbus Obradoiro, que tendrá lugar el sábado 21 en Santiago de Compostela: «Era un partido muy importante para nosotros, pero hay que cuidar lo mejor posible a los jugadores».