Viviendas unifamiliares que siempre eran segundas residencias de fin de semana y vacaciones, trasteros, merenderos y sociedades gastronómicas de Medina de Pomar sufrieron entre mayo y noviembre de 2016 una larga serie de robos con fuerza en las cosas que la Guardia Civil logró esclarecer. Llevaron a cabo hasta 14 robos o intentos, porque no siempre lo conseguían. Los detenidos en febrero de 2017, las mujeres M.M.O. y M.M.R. y el joven E.G.E., se sentaron ayer en el banquillo de los acusados del Juzgado de lo Penal número 3 de Burgos por un delito continuado de robo con fuerza en las cosas. Tras alcanzar un acuerdo entre la Fiscalía y las defensas, ellas fueron condenadas a dos años de prisión cada una, y el varón, a 18 meses.
El escrito de la Fiscalía describe 14 robos y un hurto, gracias a los cuales acumularon un botín valorado en algo más de 35.000 euros, además de causar daños cuantificados en otros 7.000 euros más en vallados, puertas y ventanas que forzaban con herramientas para poder acceder al interior de sus objetivos. Por todo ello, el fiscal solicitaba inicialmente 4 años y 6 meses de prisión a cada una de las dos mujeres, así como otros 3 años y 6 meses para el joven, pero esa pena ha quedado reducida de tal modo que evitan su ingreso en prisión, al ser de dos años o menos. Para ello han cooperado, al consignar el dinero suficiente para hacer frente al daño causado y al valor de los objetos robados y que no pudo recuperar la Guardia Civil.
Operación Txokopet fue el nombre que en su día puso la Benemérita a la investigación de los hechos cometidos por las dos mujeres y el joven que entonces tenían 45 y18 años, ellas, y 22, el chico. En los hechos también estaba involucrado un menor que ha seguido otro proceso judicial. Posiblemente el nombre vino dado por las veces que entraron a robar o, al menos, lo intentaron, en una sociedad gastronómica ubicada en una urbanización residencial de la ciudad. Hasta cuatro veces acudieron a las instalaciones del txoko. En una de ellas consumaron un robo con un elevado botín, en otra ocasión desistieron tras intentar forzar un acceso, una tercera vez huyeron al verse sorprendidos por un vecino y en otra ocasión, una de las mujeres fue sorprendida dentro in fraganti cuando se llevaba bebida por un valor menor de 400 euros, por lo que fue condenada por un delito leve de hurto.
Pero no solo la tomaron con la sociedad gastronómica, los condenados, quienes carecían de antecedentes penales, también repitieron hasta en dos viviendas unifamiliares y un merendero (...).
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