El arreglo de la glorieta del aeropuerto sigue sin licitarse

C.M.
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El Ministerio de Fomento redacta todavía el proyecto a pesar de que en enero se anunció que a lo largo de este año estaría en ejecución. El tramo de la N-120 figura entre los veinte más peligrosos de España

Imagen de archivo de uno de los múltiples accidentes ocurridos en la rotonda. - Foto: Alberto Rodrigo

Son innumerables las veces que los camiones han terminado volcados al trazar la rotonda que conecta la carretera de Logroño con el aeropuerto de Burgos y también ha habido algún susto por parte de los conductores de automóviles. El colectivo de transportistas lleva mucho tiempo reclamado a Fomento que arregle lo que consideran una trampa mortal. Automovilistas Europeos Asociados (AEA) ha incluido este tramo dentro de los 20 más peligrosos de toda España.
A principios de este año, desde la Demarcación de Carreteras se aseguró en una reunión que sus responsables mantuvieron con el alcalde que el proyecto para su arreglo estaba prácticamente listo y había una partida de un millón de euros para iniciar las obras a lo largo de 2021. El ejercicio está a punto de acabar y fuentes del Ministerio de Fomento aseguran que el «proyecto para la mejora de la seguridad vial 'obras complementarias de nuevo acceso al aeropuerto en el kilómetro 107,6' está en redacción». 

De este modo, no será al menos hasta avanzado 2022 cuando se puedan llevar a cabo las obras, dado que se tiene que concluir el proyecto y convocar el concurso y los tiempos administrativos no son precisamente cortos. Mientras transportistas y automovilistas tendrán que seguir teniendo mucho cuidado a la hora de hacer el giro y así evitar sustos. 

Lo cierto es que en 2015, el Ministerio de Fomento reconoció que esta glorieta que conecta la N-120 con la terminal de Villafría tenía varias carencias. El documento hablaba de la posibilidad de mejorar la rasante y los peraltes tanto en el interior de la rotonda como en los accesos. Veía necesario, además, incrementar la iluminación de todo el tramo y también rematar la señalización y las barreras. Pasó el tiempo y nunca más se supo. Mientras tanto, los vehículos, especialmente los tráilers, han seguido volcando en este punto. Algunos de ellos han resultado heridos de gravedad e incluso han tenido que ser rescatados por los Bomberos.

No es de extrañar, por tanto, que el último informe de la AEA sobre las carreteras más peligrosas del país, que data de julio de este año, haya colocado al kilómetro 0 de la BU-12, vial que conecta la mencionada glorieta con el aeropuerto, en el puesto número 13 de los tramos con más riesgo de accidentes. Esta selección de los llamados 'puntos negros' se ha realizado, según fuentes de la asociación, teniendo en cuenta los trazados de un kilómetro de la Red del Estado con un índice de peligrosidad diez veces superior al de la media nacional.

Posteriormente, en 2019 la Dirección General de Carreteras, organismo dependiente del Gobierno central, anunció que instalaría varias bandas reductoras para que todos los turismos, camiones y demás vehículos que accedan a la misma respeten los 40 kilómetros hora que marcan las señales actualmente pero no se hizo.

Desde Fomento siempre han defendido que los problemas que han derivado en los sucesos vienen dados por la alta velocidad a la que entran los vehículos, y que provoca que al llevar grandes cargas en su parte trasera pierdan el control de la misma y terminen volcando. Sí es cierto que se cambió el peralte en uno de los puntos negros para mejorar la seguridad pero ahora la esperanza está puesta en la obra anunciada en la que se invertirá un millón.

La N-120 es una de las vías burgalesas que más tráfico soporta durante el año, especialmente de camiones, ya que es el camino más rápido para desplazar mercancías hacia el este del país. Además, a esto hay que sumar el tránsito de coches particulares y la reactivación del aeropuerto de Villafría.