Mensajes en busca de sonrisas en los pasos de cebra

Ó.C.
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El mirandés Esteban Espinosa inicia una campaña para colocar frases en pasos de cebra de toda la ciudad, con el permiso municipal. Su intención es «sorprender a los vecinos y levantar el ánimo que ha caído con la pandemia»

La mayoría de las frases ya están pintadas en los pasos de cebra de la ciudad. En la imagen se lee ‘tengo alma y está cargada’. - Foto: Ó.C.

Un paso de cebra no suele recibir ninguna mirada. A diario, cientos de personas cruzan por ellos sin prestarles interés, pero Esteban Espinosa se ha propuesto cambiarlo y pretende que cruzar por alguno de estos puntos de la ciudad sirva para «conseguir alguna sonrisa, sorprender a los vecinos y levantar el ánimo que ha decaído con la pandemia». Este es el objetivo que reconoce el protagonista de esta acción, que se puede ver ya en varios puntos. «Todavía quedan algunos por pintar», afirma este artista urbano, que colabora con su empresa, Tinte Rosa, en el reto de embellecer la ciudad gracias a murales en multitud de fachadas y negocios.

Precisamente, la buena respuesta de sus vecinos con su proyecto ha servido también para que Espinosa sienta la necesidad de devolver el gesto a su ciudad, porque reconoce que «el reconocimiento que ha tenido Miranda conmigo estos cuatro años, porque cuando tengo que pintar en un mural  dependes de otras personas y me han dejado evolucionar». 

Por este motivo, junto a la tristeza que ha dejado el coronavirus, decidió poner en marcha esta campaña que «es totalmente altruista», apunta. El número total no lo desvela «porque quiero que la gente las descubra poco a poco» y en las redes sociales ya ha comprobado que la acogida ha sido buena «por lo que ya estoy satisfecho», admite.

Algunas de los impactos que pueden leerse a cruzar las calles son «el arte nace con tu mirada», «tengo alma y está cargada» o «queda mucho por sentir, lo que trata de reflejar que no nos estanquemos en lo presente, porque tenemos que pensar que vamos a ir a mejor». La intención era seleccionar y «transmitir ideas que aportaran algo a las personas que lo lean», resume Espinosa.

Al margen de conseguir todos los permisos y seleccionar las frases, reconoce que ha tenido un trabajo previo «porque tenía que hacer la plantilla  de cada una de ellas, teniendo en cuenta las dimensiones de los pasos de cebra que quería pintar para que se ajustaran». 

La pandemia sí que ha jugado un punto a favor a la hora actuar con cierto secretismo. Por una parte ayudó, «porque a partir de las diez no había gente y por lo tanto los peatones no pisarían después de pintar las letras», pero además afirma que «la intención que tenía es que la gente se despertara un día y viera la frases por sorpresa», explica Espinosa.