Ansorena, ilustre galería de arte ubicada desde el siglo XIX en la madrileña calle de Alcalá, celebró el pasado jueves una subasta en cuyo catálogo se encontraba una obra de José Vela Zanetti, ‘Labriego’, cuyo precio de salida era de 9.000 euros. No se vendió, pero el hecho de que se pongan a la venta obras de uno de los más universales y cotizados pintores burgaleses es mucho más habitual de lo que se podría imaginar. No en vano, es precisamente el artista ribereño uno de los pintores del que más obras se venden en subastas, según han confirmado las casas que se dedican a este menester. Al haber sido un artista extremadamente prolífico, no es difícil hallar lotes de subasta que incluyan cuadros del tonante pintor de Milagros. El pasado año salieron a subasta al menos otros cuatro cuadros de Vela: ‘Gallo’, acuarela sobre papel que fue adquirida por 1.100 euros; ‘Mujeres’, obra hecha con gouache, tinta y aguada sobre papel; ‘Maternidad’, óleo y pastel sobre cartón que tuvo un precio de salida de 1.200 euros; y un óleo sobre lienzo que llevaba por título ‘Santa Faz’ que tenía un precio de salida de 4.000 euros pero por el que nadie pujó.
Con todo, no es el único burgalés cuyas obras siguen siendo hoy codiciadas y puestas a la venta de manera recurrente. El otro pintor cuyas obras frecuentan las casas de subasta es Marceliano Santa María. Este año han sido subastados al menos tres óleos del pintor castellano: ‘Retrato de dama con fondo de paisaje’, que fue adjudicado al comprador por 1.500 euros, ‘Paisaje’, óleo sobre cartón que fue vendido por 1.100 euros, y ‘Paisaje con vía de tren’, cuya puja alcanzó los 1.200 euros.
Aunque en menor medida, de cuando en cuando también se puede pujar por alguna obra de Luis Sáez. Este año han pasado por la casa de subastas Segre un maravilloso ‘Autorretrato’ (óleo sobre lienzo) fechado en 1954; lo mismo ha sucedido con un panel de azulejos enmarcados titulado ‘Madonna Blanca’; una mesa de centro lacrada; ‘Sin título’, un obra de carboncillo sobre papel fechada en 1972; y una ‘Sagrada Familia’ -gouache sobre papel- fechada en 1962.
Ojo con las copias
Uno de los grandes peligros del mercado del arte son las falsificaciones. Por fortuna, las galerías cuentan con experimentados expertos que detectan las copias, aunque a veces resulte inevitable que se cuele en un lote alguna obra no original.Vela Zanetti ha sido uno de los pintores más copiados en las últimas décadas, y hace unos años comenzaron a salir a la luz falsificaciones que se realizaron en los 70 y 80.
Las herencias por fallecimiento de las personas que adquieron aquellos cuadros los pusieron a la venta sin ser auténticos y hubo casas de subastan que tuvieron que retirar cuadros por no ser originales.