El precio de los carburantes roza su tope histórico de 2012

L.M.
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El litro de diésel se pagaba ayer de media a 1,401 euros, mientras que la gasolina se ha revalorizado hasta los 1,533. Llenar el depósito ha sido pocas veces tan caro en la provincia

La gasolina y el diésel, al igual que la inmensa mayoría de las materias primas, registran unos precios muy altos en comparación al inicio del 2021. - Foto: Alberto Rodrigo

Corría el verano del año 2012 y el Gobierno central ultimaba la subida de tres puntos porcentuales del IVA de los hidrocarburos hasta el 21%. Por aquél entonces, en plena campaña de vacaciones, el precio de la gasolina y el diésel no hacía sino subir influenciado en parte por la aplicación del conocido como céntimo sanitario, otro recargo más al ya de por sí asfixiante valor del combustible. 

Todo ese cúmulo de situaciones provocaron que los paneles de las gasolineras burgalesas registrasen sus máximos históricos, con precios de 1,54 euros el litro de gasolina sin plomo 95 y de 1,466 el de gasóleo.

Una década después, la provincia vive una escalada como pocas veces se ha visto que está acercando a esas cotas el valor de los carburantes fósiles. Ayer, 1 de noviembre, la gasolina se quedó a 0,007 euros de igualar su récord, mientras que el diésel lo tuvo a 0,065. En cuanto a la primera, el precio medio de las estaciones de servicio de la provincia alcanzó los 1,533 euros, lo que se traduce en que llenar un depósito de 55 litros dispara el recibo hasta los 84,31 euros. Si comparamos esta cantidad con los 63,14 euros (a 1,148 euros el litro) que se abonaron el 1 de noviembre de 2020, la diferencia para los propietarios de un vehículo que consuma este carburante y que reposten en Burgos es de 21 euros.

Tampoco se queda atrás el diésel, que ya ha roto la barrera de los 1,4 euros y alcanzó ayer los 1,401. De este modo, el depósito sale por algo más de 77 euros frente a los 56 que costaba en este puente pero de 2020.
de mal en peor. La situación a nivel nacional del precio de los carburantes, en contra de la tónica tradicional, es algo más positiva que en la provincia.El litro de gasolina se pagó este lunes a un promedio de 1,514 euros, mientras que el de diésel alcanzó los 1,387. 

En comparación con el 1 de enero, el coste de los carburantes fósiles ha crecido un 27%. Así se desprende de la estadística diaria que recoge el Geoportal de Hidrocarburos del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, que indica dónde se encuentran las estaciones de servicio con los precios más baratos de la provincia. La más económica era ayer la Rivera, de Villarcayo, donde el litro de gasolina se pagaba a 1,419 euros, mismo precio que recogían las estaciones de Cernégula, la PetroPrix de Aranda y la Norpetrol de la capital burgalesa.En cuanto al diésel, de nuevo la de Villarcayo, con 1,259 euros el litro, se situó como la más barata. Le siguieron la de Cernégula, con el carburante a 1,279 euros, mismo precio que la Norpetrol de Burgos. Las más caras están en las áreas de descanso situadas al pie de la vieja autopista A-1.