El estado de alarma no impone más restricciones en Burgos

G.G.U.-Agencias
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La Junta mantiene el toque de queda entre las 22.00 y las 06.00 horas y, «en este momento», descarta el cierre perimetral de la Comunidad. Mañueco pide complicidad y responsabilidad a la ciudadanía

El estado de alarma no impone más restricciones en Burgos - Foto: Luis López Araico

El estado de alarma aprobado ayer por la mañana por el Gobierno de España motivó la celebración por la tarde de un Consejo de Gobierno de la Junta que concluyó tres horas después con la decisión de no imponer más medidas restrictivas a las ya adoptadas en Castilla y León. El presidente del ejecutivo autonómico, Alfonso Fernández Mañueco, compareció a última hora para explicar que el toque de queda se mantendrá en el horario vigente, de 22.00 a 06.00 horas, que la hostelería continuará con las limitaciones y horarios actuales y que, «en este momento», se descarta el cierre perimetral de la Comunidad Autónoma. Es decir, habrá libertad de movimiento tanto entre las provincias de Castilla y León como con el resto del territorio español que no haya decretado los confinamientos autonómicos que ampara el estado de alarma. Pero la Junta tiene potestad para introducir cambios si lo cree necesario.

El Real Decreto que regula este nuevo estado de alarma, publicado ayer en el Boletín Oficial del Estado (BOE)y ya en vigor, deja abierta la puerta a las Autonomías a que lo adecúen a sus circunstancias. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, explicó en su comparecencia a mediodía que se impondrá un toque de queda generalizado para toda España entre las 23.00 y las 06.00 horas, pero se da un margen de una hora (hacia delante o hacia atrás) a cada Comunidad para ponerlo en práctica. La Junta ya había adoptado esta medida en toda la región, por lo que el estado de alarma se limita a dar soporte legal a una restricción sustentada, sobre todo, en la Ley de Salud Pública de 1986, pero que todavía necesitaba ratificación judicial. Este visto bueno ya no es necesario y la obligación de estar en casa entre las 22.00 y las 06.00 horas se mantendrá hasta el 9 de noviembre, ya que el estado de alarma tiene un período de vigencia más amplio que el acuerdo de toque de queda aprobado por la Junta.

El estado de alarma avala también la restricción de «la entrada y salida de personas del territorio» de cada Comunidad, aunque da a los respectivos gobiernos la posibilidad de «modular, flexibilizar y suspender»la aplicación de esta medida, en función de la evolución de sus indicadores sanitarios y epidemiológicos. En Castilla y León son malos en su conjunto y, de hecho, cuatro de sus capitales de provincia y otras tantos municipios de menor tamaño estuvieron aislados  hasta anteayer. Pero Mañueco dijo en su declaración institucional que el estado de alarma ratificaba el toque de queda «sin tener que acudir en este momento al confinamiento perimetral de la Comunidad».

Otro de los asuntos sobre la mesa era la posibilidad de restringir más los aforos a la hostelería o, incluso, cerrar al público interiores;cosa que la Junta también ha descartado por ahora. Siguen las reducciones de aforo vigentes y la imposibilidad de consumir en barra.

Mañueco añadió que creen que las acciones adoptadas permitirán mejorar la situación epidemiológica, pero, si no, dijo que «continuaremos aplicando las medidas que sean necesarias conforme a la evolución de la pandemia». Añadió ser consciente de que «son medidas duras, que condicionan vidas y proyectos», pero enfatizó que solo desde la «seguridad sanitaria vendrá la recuperación económica». Así, pidió responsabilidad y complicidad a la ciudadanía. «Actuaremos con firmeza ante actos incívicos», dijo.