Solo 9 personas han ingresado por gripe grave desde el otoño

G.G.U.
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Son los casos que se complican y llegan a requerir traslado a la UCI. En total, ya ha habido que hospitalizar a 31 personas, la mayoría por cepas del tipo A

Sanidad compró el año pasado 83.000 vacunas para proteger a la población de riesgo de este virus típico de invierno. - Foto: Jesús J. Matías

La gripe ha obligado a hospitalizar en esta campaña a 31 personas, de las cuales 9 fueron casos graves: es decir, enfermos en los que, además de confirmar la presencia de virus gripal en el laboratorio, hay complicaciones como fallo multiorgánico, shock séptico (presión arterial baja de forma prolongada) y/o neumonía, lo cual conlleva ingreso en la UCI. Son menos que otros años por estas fechas (a estas alturas de 2017 ya se habían notificado 28 casos graves en Burgos), dado que la epidemia acaba de empezar, según fuentes oficiales.

Las autoridades sanitarias consideran que puede hablarse de epidemia de gripe cuando se confirman más de 50 casos por cada 100.000 habitantes y, según el último informe de la Consejería de Sanidad -relativo a la semana comprendida entre el 6 y el 13 de enero-, la tasa actual en Castilla y León es de 97,54 afectados por cada 100.000 residentes. Así, se ha superado el umbral epidémico, pero la intensidad todavía es baja; lo normal sería que el pico máximo se alcance dentro de un mes.

Fuentes de la Consejería de Sanidad explican que en lo que sí se está manteniendo la tendencia de años previos es en que la mayoría de los virus circulantes son de la cepa A y, concretamente, el subtipo H1N1, que fue el causante de la pandemia de 2009. Los expertos suelen explicar que las variantes A son más graves que las de la B, porque mutan con más facilidad y hay más riesgo de que merme la eficacia de la vacuna. Para minimizar esa posibilidad al máximo, hace un par de años que la Junta suministra la tetravalente, que protege frente a cuatro tipos distintos.

Registro. La adquisición de un tipo de vacuna u otro es una de las decisiones que se toman a partir del registro de casos en los que la gripe se ha complicado tanto como para considerarla grave y de ahí la importancia de notificarlos y estudiarlos; en el caso del HUBU, desde hace cinco años.

El complejo asistencial de la capital se sumó en 2015 a la red regional de vigilancia, que hasta ese momento solo tomaba nota de los casos ingresados en el Clínico de Valladolid. Sin embargo, se consideró que la extensión del área sanitaria del HUBU permite obtener una muestra amplia de variables y supuestos de interés para un análisis pormenorizado posterior: edad, cuadro clínico y riesgo por patologías asociadas, profesión, si estaba vacunado o no... Todo ello se pone en común con otros expertos de España para recomendar, o no, cambios en la campaña del siguiente otoño.