La Fiscalía de Valladolid endosa a Burgos la muerte de Lidia

P.C.P.
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Archiva las diligencias abiertas tras la denuncia de su madre porque "no ha existido mala praxis ni negligencia" en el Servicio de Neurología del Hospital Clínico. Nada puede decir sobre el HUBU porque el disco remitido al forense "parece vacío"

Lidia González falleció con solo 22 años, dos meses después de extirparle un tumor, sin diagnóstico ni tratamiento. - Foto: Facebook

La Fiscalía de Valladolid ha archivado las diligencias de investigación sobre la muerte de la joven Lidia González, natural de Melgar de Fernamental, abiertas en octubre tras la denuncia de su madre y de la Asociación Defensor del Paciente por la falta de diagnóstico y tratamiento del tumor cerebral que acabó con su vida. El Ministerio Público “no advierte mala praxis ni negligencia alguna” en la actividad del Servicio de Neurología del Hospital Clínico. El archivo se produce pese a reconocer que “nada puede informar” sobre la atención recibida en el HUBU, por cuando no ha podido acceder a ella el forense, “pareciendo que el disco remitido está vacío”, lo que no le impide dar carpetazo al asunto y endosárselo a la Fiscalía de Burgos.

Lidia González falleció el 12 de julio de 2020, con tan solo 22 años, sin conocer los resultados de un tumor cerebral que le había sido extirpado dos meses antes en Valladolid. Su familia denuncia la falta de asistencia médica y el pésimo trato que recibieron en Valladolid.

Sin embargo, para la fiscal jefe pucelana, “no se advierte en el informe negligencia médica imputable a los servicios de Valladolid”, además de subrayar que el “seguimiento de la situación médica de la paciente le correspondía a los servicios médicos del HUBU”, por lo que pasa la denuncia a Burgos, “sin prejuzgar los hechos denunciados”, recalca.

Para Lidia García, madre de la joven fallecida, este decreto de archivo supone “una rotunda vergüenza” ante el “abandono palmario” al que se vio sometida su hija durante los dos meses que vivió esperando el resultado de la biopsia del tumor que le había sido extirpado y que solo llegaron tras su muerte y gracias a la insistencia de su progenitora.

Igualmente, considera una “falta de seriedad mayúscula que no se haya investigado lo ocurrido en Burgos con el penoso argumento” de que el disco con la información médica se ha enviado vaciado, ya que además de no volver a solicitarlo, podría contener datos relevantes para investigación.

Lidia García insiste en que no va a “descansar” hasta que no consiga justicia para su hija.