El sector turístico italiano pidió hoy ayudas al Gobierno que palien las consecuencias de las últimas medidas aprobadas para contener al coronavirus, que han supuesto numerosas cancelaciones o cambios solo en el periodo navideño.

Un informe de la mayor patronal del país, Confcommercio, avisa de los datos "desastrosos" para el turismo italiano en todo el 2021, con un desplome de 60 millones de llegadas y 120 millones de pernoctaciones respecto al 2019, en la prepandemia.

Pero solo para las vacaciones entre Navidad, Año Nuevo y el día de la Epifanía, el 6 de enero, de los 25 millones de viajes programados por los italianos hace solo pocos meses, cinco millones han sido suspendidos y 5,3 millones acortados.

A esto hay que sumar las cancelaciones en los restaurantes del país, debido al temor a la variante ómicron, que se extiende sin freno, y el cierre de las discotecas hasta el 31 de enero decretado por el Gobierno de Mario Draghi.

En el informe, elaborado por la consultora SWG, seis de cada diez entrevistados han pasado dos días fuera de su casa por Navidad, aunque sin salir de su propia región, mientras que solo el 5 % se ha atrevido a viajar al extranjero.

La patronal considera que es "evidente" que el Gobierno deba apoyar a estos sectores turísticos y hosteleros con intervenciones fiscales y facilitando su acceso al crédito.

Su presidente, Carlo Sangalli, cree que los recursos aprobados hasta ahora por el Ejecutivo "no son suficientes" y reclamó entre otras cosas la prórroga de la Caja de Integración, el mecanismo que financia los expedientes de regulación de empleo temporales.

"Es impensable que la economía italiana no cuente con la locomotora fundamental del turismo", avisó, ya que ese sector pesa en torno a un 13 % del producto interior bruto nacional.