Los encontronazos entre vecinos de San Esteban y jóvenes que hacen botellón en la zona son continuos. El viernes por la noche, uno de los inquilinos de los pisos situados frente a la iglesia no pudo más y bajó a la calle a pedir a unos chavales que bajaran la música que escuchaban, pero los muchachos la emprendieron a golpes con él, que cayó al suelo y sufrió un traumatismo craneoencefálico.