El Mirandés prepara el partido de mañana con un ojo en el Rayo Vallecano y otro en el cielo. Y es que las previsiones meteorológicas apuntan a que el temporal que azota desde hace días el norte del país se intensificará en las próximas horas, lo que incluso pone en riesgo la celebración del partido. Según la Agencia Estatal de Meteorología, a la hora en la que rojillos y madrileños saltarán al césped de Anduva el termómetro marcará un par de grados bajo cero, pero más que el frío, preocupa la nieve. 

El Mirandés está en permanente contacto con la LFP para intentar que nada impida la disputa del encuentro. El calendario esta temporada está muy apretado, por lo que cualquier suspensión supondría un contratiempo que tanto los clubes como el organismo presidido por Javier Tebas pretenden evitar a toda costa. Si fuera necesario, el Mirandés contempla la posibilidad de contratar personal externo para ayudar a los empleados del club en las labores de limpieza, aunque si las previsiones meteorológicas se cumplen, el campo podría quedar impracticable. 

Los rojillos ya sufrieron las consecuencias de la nieve la pasada jornada en Las Gaunas, donde un nutrido grupo de personas trabajaron durante horas para retirar el manto blanco que cubría el césped minutos antes del comienzo del duelo. Aún así, el terreno de juego quedó muy dañado y en algunas zonas el balón apenas rodaba por culpa del agua y para mañana se esperan nevadas más fuertes y en cotas más bajas que hace siete días.

Los de José Alberto no supieron adaptarse al estado de Las Gaunas y acabaron sucumbiendo ante un Logroñés que sacó partido a su mayor fortaleza física, una lección de la que esperan haber sacado conclusiones para medirse al Rayo Vallecano (...).

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