La necesidad de conciliar llena los cívicos en verano

C.M.
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Niños y jóvenes de entre 3 y 15 años realizar actividades artísticas y plásticas, harán pequeñas excursiones dentro de la ciudad, jugarán y recibirán formación sobre ciencia, astronomía y educación emocional

Niños y jóvenes de entre 3 y 15 años realizar actividades artísticas y plásticas, harán pequeñas excursiones dentro de la ciudad, jugarán y recibirán formación sobre ciencia, astronomía y educación emocional. - Foto: Luis López Araico

Con el final del curso escolar a la vuelta de la esquina, la programación de verano de los centros cívicos se vuelve a antojar, un año más y pese al contexto sanitario, como una de las alternativas más atractivas para la conciliación de la vida familiar y laboral. Así parecen evidenciarlo los datos de la Gerencia de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Burgos, que detallan que en esta ocasión se ocuparán 5.115 de las 5.340 plazas ofertadas. En otras palabras, un 95,8% del total.
El centro cívico de San Agustín será el que más afluencia de niños tendrá ya que se han ocupado 861 plazas. Le siguen, por este orden, el de Vista Alegre (717), el de Capiscol (670), el de Huelgas (661), el de Río Vena (609), el de Gamonal Norte (542) y el de San Juan (475).

El programa de infancia también llega al Centro de Acción Social (CEAS) de San Pedro de la Fuente, donde se han ocupado 565 plazas y a la antigua estación, con 15 niños apuntados.

La propuesta del Ayuntamiento a las familias está dirigida a niños de entre 3 y 15 años y se divide en un programa infantil, diseñado para los más pequeños, y otro juvenil.

Si por algo destaca es por la flexibilidad que ofrece a los padres ya que la oferta les ha permitido elegir las semanas en las que los niños pueden acudir a los centros cívicos. Una fórmula que consigue el objetivo de que los niños estén divirtiéndose y educándose mientras los mayores están trabajando o realizando otras tareas.

Los tiempos difíciles por los que atraviesa el mundo, aún en una lucha incansable contra la pandemia, han inspirado la temática del programa de este año: la luz.

El contexto actual ha obligado a reducir el número de plazas en cada grupo ya que, tal y como se explican desde el área de Servicios Sociales, lo que se ha querido es «garantizar la distancia social» y con ello evitar la propagación de posibles contagios. «Las familias han mostrado un interés similar a la aparición de la covid, lo que demuestra que se sientes seguras. Además, es un programa necesario para la conciliación», indicó la concejal del área, Sonia Rodríguez. 
En el programa infantil y juvenil los menores trabajarán la dimensión artística y plástica, harán salidas a piscinas, parques, participarán en actividades medioambientales, aprenderán sobre ciencia y la astronomía y se atreverán a cantar, bailar e interpretar.

Además del programa habitual, este verano se ha querido trabajar de manera transversal con algunas de las ONG de la ciudad.