Las quejas desde hace años de vecinos y comerciantes por el mal estado del estado de conservación del parque Buenavista, en el barrio del G-9, y el deterioro de las aceras que hay alrededor por la acción de las raíces de los árboles por fin han sido escuchadas. El alcalde, Daniel de la Rosa, y los concejales de Medio Ambiente y Seguridad, Josué Temiño y Blanca Carpintero, visitaron la semana pasada la zona para conocer el problema y tratar de buscar soluciones, aunque algunas no podrán ser a corto plazo. 

La idea es mantener la veintena de olmos que rodean el parque y cuyas enormes raíces son las que han levantado el pavimento y han hecho que sea intransitable para aquellas personas con dificultades de movilidad, que van en silla de ruedas o que llevan un carrito de bebé. La solución planteada es ampliar la zona verde, de modo que incorpore a los árboles, llevar el espacio peatonal hacia la carretera y cambiar la zona de aparcamiento. El más pegado a los olmos es en línea y se pasaría a batería mientras que el situado al otro lado es batería y se cambiaría a línea para no perder plazas de aparcamiento en este entorno. «La propuesta nos parece bien, dado que rechazamos que se quiten plazas en una zona en la que se necesitan», indicó Sara Río, una de las comerciantes de la zona que ha denunciado junto a los vecinos el mal estado de este emblemático parque.

En este sentido, el concejal de Medio Ambiente subrayó la necesidad de conservar los árboles, dado que es imposible trasplantarlos a otra zona de la ciudad. Ahora la alternativa planteada deberá tener encaje en el área de Vías Públicas, de la que dependen las aceras. 

Temiño también se comprometió a renovar y reparar el mobiliario urbano en el plazo más corto posible, así como instalar un área de esparcimiento canino. También se limpiarán las pintadas y se tratará de mejorar la iluminación. 

Respecto al parque infantil, los vecinos rechazan que se instale suelo de goma debido a que es de grandes dimensiones y cualquier deterioro tardaría mucho en repararse, así que se buscará una solución alternativa. 

Más seguridad. Desde el área de Seguridad, la concejala Blanca Carpintero también se comprometió a incrementar la vigilancia de la Policía Local en este entorno. El parque se ha convertido en un reducto de adolescentes para hacer botellón y dejar sus huellas en forma de suciedad y causan molestias.

También se ha detectado la presencia de perros peligrosos que en algunas ocasiones crean situaciones de peligro y miedo entre los usuarios del parque, especialmente mayores y niños. 

Tras la visita del alcalde y los concejales, vecinos y comerciantes confían en que, ahora sí, se atiendan sus demandas aunque algunas llevarán su tiempo como la solución a los problemas en el pavimento. 

El parque Buenavista se creó en el año 1981 entre los límites de Gamonal y el polígono industrial como lugar de esparcimiento de la nueva zona residencial. Es un auténtico pulmón verde en el que evadirse del ruido de los coches.