En una tierra de dioses y héroes, de mitos y leyendas, el San Pablo tratará de crear hoy (18.00 hora española/Dazn) la suya propia doblegando al AEK de Atenas, un equipo histórico y favorito a colarse en la Final Four de la Basketball Champions League (BCL). La grandeza del adversario y lo imponente del escenario -capacidad para 20.000 espectadores- no hacen sino incrementar la motivación de un conjunto azulón que llega dolido a este compromiso después de encadenar cinco derrotas consecutivas. El OAKA, el estadio más mítico del baloncesto griego, no parece el lugar propicio para renacer, pero la expedición burgalesa confía en dar la sorpresa y sumar su tercer triunfo europeo.

El equipo castellano puso rumbo ayer Atenas a primera hora de la mañana con la plantilla al completo y en perfectas condiciones para competir. A las 18.00 horas aterrizó en el aeropuerto y, sin pasar por el hotel, Joan Peñarroya realizó una sesión táctica para concretar los últimos detalles. Como ya indicó el pasado lunes, el entrenador catalán quiere que sus pupilos muestren la misma cara que en el último cuarto contra el Iberostar Tenerife para competir de tú a tú a un oponente con multitud de recursos.

El AEK tiene entre sus filas a jugadores con una dilatada experiencia internacional, como es el caso de los exmadridistas Maciulis y Slaugther, y a otros hombres de nivel como Langford o Sant-Ross. El americano es un escolta tirador que ha promediado 21 puntos en los cuatro primeros partidos de la competición y el ‘combo’ cubano es el máximo reboteador y asistente de su equipo. Frenar a sus dos referentes se antoja esencial para parar el juego de ataque de los griegos, que llevan un balance de tres victorias -Pau, Amberes y Bandirma-  y una derrota, la que encajaron en la cancha del Happoel de Jerusalén.

El conjunto heleno aspira repetir título y recobrar la gloria de tiempos pasados, cuando era el mejor equipo de su país y se codeaba con los ‘grandes’ de Europa, mientras que el San Pablo busca sorprender al campeón de la Champions 2018 y lograr un triunfo histórico en la cuna del baloncesto griego y sede de los Juegos Olímpicos de 2004.

En la jornada de ayer, hubo sorpresas importantes en el Grupo B. El Happoel de Jerusalén cayó (81-75) en la cancha del Pau-Orthez y el Bandirma conquistó la casa del Rasta Vechta (73-81). Dos resultados que ajustan más aún el grupo y que dejarían al San Pablo muy bien colocado en caso de ganar hoy.