La distribuidora de Iberdrola mueve a 7 empleados de Salas

B.A.
-

Se incorporarán a Aranda, Burgos capital y Valladolid. Con la automatización de las líneas se recuperan el 70% de las averías sin intervención humana

La companía trasladará a los profesionales a su nuevo destino en enero. - Foto: Patricia

El 2022 traerá a Salas de los Infantes 7 puestos de trabajo menos en su entorno. i-DE, la distribuidora de Iberdrola, ha decidido trasladar a los 7 profesionales que se encargan del mantenimiento y averías en esta zona de la provincia a diferentes núcleos urbanos, 3 irán a Burgos, 2 a Aranda de Duero y otros 2 a Valladolid, en los que supone un éxodo del empleo del entorno rural al urbano, ya que todos ellos viven actualmente en Salas o sus proximidades dada su condición de retén y de tener que residir cerca del lugar de trabajo donde pueden surgir los incidentes, para actuar así en el menor tiempo posible. A partir de enero cada uno de ellos se incorporará a su puesto en el nuevo destino, lo que en algunos casos podría implicar también un cambio de residencia.

Desde la compañía confirman que i-DE está realizando en estos momentos una agrupación de sus equipos de operación y mantenimiento en respuesta al proceso de automatización y digitalización de su red eléctrica. «Este proceso nos está obligando a una adaptación del trabajo sin que por ello se vea afectado ni el empleo ni los puestos de sus profesionales», aseguran. Explican que es en este contexto en el que se ha previsto el traslado de los 7 trabajadores de Salas (1 encargado y 6 oficiales), todos hombres y menores de 40 años, como reconoce uno de los afectados.

Francisco Azúa, alcalde de Salas, mostró su «protesta más enérgica», contra esta decisión de la compañía. «Es una auténtica vergüenza lo que Iberdrola está haciendo con los pueblos, por ahorrarse un poco los perjudica de esta manera. La multinacional se debe a todos los usuarios y en los municipios también los tiene, pero lo que hace es dinamitar el medio rural», señala el regidor, que lamenta que se pueden llegar a desestabilizar sistemas familiares, ya que en el caso de algunos trabajadores, sus mujeres desarrollan su actividad laboral en Salas y sus hijos acuden a su colegio. 

Por otro lado, desde la empresa insisten en que los altos niveles de automatización de la red se complementan con sistemas de control inteligentes y, en particular, con el Algoritmo de Reposición Automática (ARA), que detecta incidencias en la red y actúa de forma autónoma para aislarlas en los primeros instantes. «Así, sin necesidad de intervención humana, permite recuperar una media del 70% de la potencia y clientes afectados en menos de 3 minutos», señalan desde Iberdrola, donde aseguran que «la digitalización y la automatización de la red de distribución eléctrica incide en la mejora de la fiabilidad y la calidad del suministro que i-DE ofrece a sus clientes».

Desde otras zonas. La brigada que actúa en Salas de los Infantes tiene un ámbito de operación que cubre la zona de Lerma, la N-234 entre Mambrillas de Lara y Hontoria del Pinar, desde Salas de los Infantes hasta Quintanar de la Sierra y la Sierra de la Demanda. «A partir de ahora se reforzará la operación y mantenimiento de esta zona desde distintos centros, entre ellos Aranda, Burgos y Soria», explican desde la compañía, y recuerdan que esta mantiene en la región y en la provincia «un nivel de calidad de servicio por encima de la media nacional y seguirá siendo así». 

En estos momentos no hay ningún otro pueblo de la provincia donde se vaya a llevar a cabo una reagrupación similar, según confirman desde Iberdrola, donde aseguran que la inversión total de i-DE en la provincia en los tres últimos años ha superado los 53 millones de euros y la inversión en automatización y digitalización desde que arrancara el proyecto STAR de incorporación de contadores inteligentes en 2012 en la provincia burgalesa ha alcanzado los 33 millones de euros.

Respecto a la región, Iberdrola ha desplegado más de 1,5 millones de contadores inteligentes, incorporando a su infraestructura capacidades de telegestión, supervisión y automatización. Las inversiones han alcanzado los 180 millones de euros.

Al margen de estas inversiones, algunos usuarios de la zona han mostrado ya su preocupación por esta medida al creer que los tiempos de respuesta ante una avería o apagón van a ser mayores al tener haber más kilómetros de desplazamiento. «Hay ocasiones en las que el incidente va a tener que ser reparado por un equipo humano, y este ya no va a estar tan cerca como antes, así que se tardará más tiempo en recuperar el servicio», lamentan.