El Hereda San Pablo afronta hoy el último reto de una temporada histórica. No tiene que demostrar nada a nadie porque ha superado por mucho las expectativas con la conquista de dos Basketball Champions League y una Copa Intercontinental, pero no se conforma con lo logrado hasta el momento y aspira a poner el broche de oro a la campaña doblegando al Lenovo Tenerife en los cuartos de final de la Liga Endesa. Para repetir su presencia en semifinales un año después de la Fase Final Extraordinaria de Valencia, deberá superar a los chicharreros en una eliminatoria al mejor de tres partidos que comienza hoy (19.45 horas) en la isla.

La expedición azulona aterrizó ayer en Tenerife con la única ausencia de Jasiel Rivero, que se perderá el primer compromiso de la serie por su reciente paternidad. Se trata de una baja sensible porque el ala-pívot cubano se ha convertido en uno de los baluartes burgaleses esta temporada. Su capacidad anotadora y reboteadora, así como su movilidad y su potencia física han dotado al equipo de mucho empaque tanto en ataque como en defensa. En su lugar, entró en la convocatoria el canterano Kareem Queeley, aunque parece difícil que disfrute de minutos en el Santiago Martín.

Este contratiempo obligará a Joan Peñarroya a variar su plan inicial y se presenta como una oportunidad para Maksim Salash, quien compartirá el protagonismo en el puesto de ‘4’ con Kenneth Horton. Por lo demás, el resto de la plantilla está disponible y ayer se entrenó por última vez en el Santiago Martín antes de medirse a su ‘bestia negra’ (...).

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