Marcelo todavía no se ha estrenado con el nuevo entrenador, José María Salmerón. Los tres goles que tiene en su casillero particular han sido con Fernando Estévez al frente del banquillo. Sin embargo, el delantero brasileño confiesa que tras la llegada del almeriense la plantilla del Burgos ha mejorado tácticamente, aunque «está muy lejos de su nivel».

El Burgos representa su primera experiencia europea. Procedente del Portuguesa de Brasil se está adaptando perfectamente al fútbol español, que «es más táctico y mucho más compacto. Se juega en bloque; no tan individual como en Brasil». En principio, se habló del fichaje de Marcelo para ser cedido a un equipo de Tercera, pero han pasado los meses y se ha hecho un hueco en el Burgos, siendo una figura importante. Con mucha humildad y en muy buen castellano -está acudiendo a una academia- afirma que «es todo a base de trabajo y de la ayuda de mis compañeros. Sin ellos no estaría aquí; aunque todavía me queda mucho por mejorar» 

El delantero se perdió el encuentro del pasado domingo frente al Valladolid Promesas tras sufrir molestias en una rodilla. Ha estado tratándose y ayer participó plenamente de la sesión de entrenamiento en el Sedano. «Estoy un poco mejor y creo que llegaré al partido», afirma. Se muestra ambicioso y los tres goles que ha anotado le parecen «pocos».

Con la misma rotundidad, asegura que el Burgos «está mejorando cada día. Estamos trabajando mucho para conseguir los objetivos y la ayuda de Salmerón es muy importante». En este sentido destaca que el equipo ha experimentado una sensible mejoría fundamentalmente «táctica». Reconoce que queda un largo camino para alcanzar su mayor nivel y que deben emplearse más fondo en el aspecto mental. «La mejoría es importante pero es cierto que cuando nos meten un gol. a pesar del esfuerzo realizado, nos hundimos. Uno de nuestros fallos es el tema anímico. Estamos trabajando la mentalización», concluye el segundo máximo goleador del Burgos junto a Borja Sánchez y Leonardo Pisculichi.