Con toda la ilusión del mundo por regresar al Palau. Así afronta el Blasgón y Bodegas Ceres su encuentro de esta tarde en la Ciudad Condal ante el todopoderoso Barcelona (18.00h.). Un encuentro que deportivamente se antoja inaccesible para los ribereños, pero que como ha reconocido el propio técnico, Alberto Suárez, «para la gente que juega balonmano en nuestro país, jugar allí, y más la primera vez», se antoja «algo muy especial».

También lo será para un equipo ribereño que, «con la salvedad de tres o cuatro jugadores» en sus filas, ninguno ha pisado antes el lugar. Punto éste a tener en cuenta y que motivará a la plantilla a «disfrutar muchísimo» sobre la pista y, de paso «a mejorar también cositas en partido», como ha apuntado el propio Suárez en la previa.

En ese sentido, cabe destacar que el Blasgón y Bodegas Ceres llegará crecido al duelo respecto a semanas anteriores. Y lo hará porque, como ha valorado el asturiano «para nosotros esta semana pasada ha sido la mejor semana de entrenamientos de la temporada». Un hecho en el que ha destacado que «los chicos han estado excepcionales», pero también que el trabajo ha podido salir adelante porque «es la primera vez que hemos estado todos y además hemos recuperado gente, por lo que puedes meter un poco más de ritmo».

Precisamente ritmo es lo que impondrá el Barcelona esta tarde en su casa para enfrentarse a los burgaleses. Un ritmo que, unido al estilo tan «diferente al del resto de equipos» que ejecuta el ‘siete’ de Xavi Pascual, y al amplio abanico de recursos de que dispone el cuadro catalán, asegura poner de nuevo patas arriba el marcador una jornada más. Sin embargo el reto, mayúsculo, no sólo no condiciona a los ribereños, sino que parece motivarles. O eso al menos parece darse en el caso de Matheus De Novais. Pieza debutante en Asobal esta temporada como señala, y que se siente «muy ilusionado» porque «vamos a poder jugar contra los mejores jugadores del mundo». Jugadores que, hasta ahora, finaliza, «sólo podía ver por la tele».