La llegada del frío y el aumento de la demanda de calefacción no ha hecho sino agravar la situación de bloqueo que padece el sector de los instaladores de gas desde mediados del pasado mes de julio, cuando la distribuidora hegemónica en la provincia de Burgos, Nedgia, paralizó sus inversiones y las primas a la captación como medida de presión ante los cambios regulatorios a los que se enfrenta el sector energético.

 
Desde Asinbur, la Asociación de Empresarios de Fontanería, Saneamiento, Gas, Calefacción, Climatización, Mantenimiento e Instalaciones Eléctricas y Afines, se confirma que nada ha cambiado desde julio y que continúan con los retrasos y las dificultades a la hora realizar instalaciones de gas en el territorio de Nedgia, que incluye a toda la provincia salvo las localidades de Lerma y Belorado. Las altas y acometidas se están realizando, aunque ha desaparecido la comercialización que antes se realizaba por la ausencia de primas.

La mayoría de las 200 pymes que integran este sector en Burgos han prescindido de sus comercializadores, han paralizado las inversiones de expansión que tenían previstas y, en muchos casos, están reorientando los negocios buscando alternativas al ámbito de la instalación de gas. "Nos hemos quedado en la mínima expresión", resumen.

De hecho, confirma el presidente de Asinbur, José Luis Corral, la situación creada se analizará hoy en la reunión que ha convocado la patronal nacional, Conaif. Asimismo, existe un contacto permanente con las autoridades de Industria de la Junta de Castilla y León en el mismo sentido, dado que el conflicto abierto toca a todas las provincias de la Comunidad.

Nuevo gobierno.

El problema creado con Nedgia, la filial de distribución de gas de Naturgy, no verá solución hasta que no se produzca un cambio de Gobierno, que es quien tiene la responsabilidad de legislar sobre el sector, algo que se espera antes de que finalice el año...
Por el momento, hay un informe de la Comisión Nacional del Mercado de la Competencia (CNMC) que plantea cambios regulatorios que afectan a todas las actividades de captación y puesta en servicio de las instalaciones de gas, lo que ha sumido en un limbo a todo el sector y un grave quebranto para las empresas que operan en el mismo. "Estamos a la espera de una decisión que es política".

Concretamente, el informe de la  CNMC conocido en julio proponía un recorte de hasta el 30% en la retribución de las redes energéticas, entre ellas, las de transporte y distribución de gas, lo que afecta de lleno a la compañía distribuidora líder en la provincia que decidió paralizar todas sus inversiones.

La patronal nacional de los instaladores, Conaif, consideró en su momento que la reforma retributiva, "tal y como está redactada, sin tener en cuenta el nivel de inversión realizado por las distribuidoras, tendrá consecuencias negativas para miles de pequeñas y medianas empresas que se dedican a las instalaciones de gas, puesto que desincentivará la inversión en el sector -como así ha ocurrido- y, como consecuencia de ello, se ralentizará la actividad económica de las empresas instaladoras".

Quejas.

A día de hoy, denuncian desde Asinbur, no solo se ha ralentizado la actividad sino que el pulso que mantienen entre Nedgia y la CNMC afecta directamente a los instaladores y a su prestigio, ya que son ellos los receptores de las numerosas quejas de los clientes particulares. "Nosotros somos la única puerta para llamar a la hora de presentar quejas, aunque no podemos solucionar los problemas de los clientes de esta operadora".