El Liverpool se reconcilia con Europa

Agencias
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Los 'reds' vencen al Tottenham (0-2) y se proclaman campeones del continente por sexta vez. El conjunto de Klopp aleja los fantasmas de la final del año pasado

El Liverpool se reconcilia con Europa - Foto: CARL RECINE

El Liverpool se ha coronado este sábado campeón de Europa por sexta ocasión en su historia, tras ganar al Tottenham por 0-2, en la final inglesa de la Liga de Campeones 2018-19 disputada en el Estadio Wanda Metropolitano de Madrid.

El duelo comenzó sin reserva alguna. Ni Mauricio Pochettino ni Jurgen Klopp quisieron ahorrar nada en la final. El técnico argentino tiró de Harry Kane, a pesar de estar fuera de la competición desde que se lesionó en el tobillo derecho el pasado 9 de abril contra el Manchester City. Abanderó el ataque de su equipo el capitán inglés para los spurs igual que Roberto Firmino en el Liverpool.

Una puesta en escena alentadora igual que el arranque del partido, desnivelado en la primera jugada. Nada más sacar de centro, en el primer balón que llegó al área del Tottenham y que fue recogido por el senegalés Sadio Mané, su intento de pase fue interceptado con el brazo por el francés Moussa Sissoko. El egipcio Mohamed Salah no falló desde los 11 metros y puso por delante al Liverpool a los dos minutos de juego.

La acción, lejos de agitar el encuentro lo adormeció. Tuvo un efecto sedante para dos equipos que presumen de tener las mejores transiciones de la competición. De jugar a todo ritmo. De ejercer una presión asfixiante sobre el rival.

Nada de eso. El gol encajado asustó al Tottenham, invadido por la imprecisión y por el temor a encajar un nuevo revés que fuera definitivo. No hubo noticias de Alisson hasta ese momento, el portero red, casi un mero espectador por su área.

El Liverpool, lejos de intentar aprovechar las dudas de un rival atemorizado, optó por especular, por adormecer el juego, agotar el tiempo y jugar al fallo del rival. Fueron los laterales los que amenazaron a Hugo Lloris en acciones puntuales. 

Nada había tenido que ver el Liverpool con el que sonrojó al Barcelona en semifinales. Tampoco hubo noticias del Tottenham plagado de recursos que desplumó en Amsterdam al Ajax. No le dio más allá de una hora a Firmino, del que nada se supo. Klopp recurrió a Divock Origi, uno de los héroes de Anfield ante el conjunto de Ernesto Valverde. Pochettino pensó en Lucas Moura, que se ganó el derecho a ser protagonista en la final tras el hat trick de Amsterdam. Dispuso de media hora el brasileño, en medio de un partido ya con más espacios pero sin ocasiones de gol.

Se desató el Tottenham al final. Encerró al Liverpool en su área y encontró ocasiones de sobra para llevar el choque a la prórroga. Primero con un tiro del surcoreano Son Heung Min y acto seguido de Lucas Moura. Bajo palos se topó con Alisson, una garantía. Son tuvo otra después, pero el meta brasileño destacó.

En pleno entusiasmo londinense, con Fernando Llorente ya en el campo ante la desesperación de una igualada que no llegaba, Origi evitó la zozobra y la posibilidad de la prórroga al superar a Hugo Lloris con un tiro cruzado, rubricar la final y ensanchar la historia del Liverpool.