La carrera por el relato

P.C.P.
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Periodistas saltando entre cables y paraguas, acusados acosados y funcionarios atónitos

Víctor Rodríguez, Viti, asediado por los medios de comunicación a su llegada al Palacio de Justicia de Burgos. - Foto: Alberto Rodrigo

La batalla por el relato de la que tanto gustan de hablar los políticos se transforma a las puertas del Palacio de Justicia de Burgos en carrera. De obstáculos y con tropezones.Decenas de periodistas corren de un lado a otro, entre cables y paraguas, para acosar al interfecto y tratar de arrancarle unas palabras, con el micrófono o la grabadora amenazante, sin que ni las vallas ni la presencia policial puedan frenar la marabunta.

Es entonces cuando un ‘bien’ espetado por educación se intenta convertir en titular y comienza el juicio paralelo. En una vista a puerta cerrada, como la Audiencia ha decidido que sea esta para salvaguardar a la menor, las palabras de los abogados al finalizar la sesión cobran una trascendencia pública que no tienen para el tribunal que ha de dictar la sentencia, que se ceñirá a los testimonios y a las pruebas. Tratan de mover la balanza hacia su lado, o al menos de no desequilibrarla.

Así, el letrado de la asociación Clara Campoamor, el único que ayer atendió a los medios al principio y al final, se refiere siempre a la menor como «niña», habla de contradicciones en el testimonio de los acusados sin desvelarlas -por estrategia- y cree ver a uno -Raúl- «más nervioso» que al resto.

Para las defensas -más esquivas con la prensa- «no hay ninguna víctima» sino «denunciante», tampoco contradicciones, «absolutamente ninguna», y sus clientes declaran«tranquilos»,con un relato «muy cabal, serio y firme».

Desde las ventanas, los funcionarios del TSJ observan asombrados el circo mediático y hacen hasta fotos. Hace días hubo otro juicio por agresión sexual a una menor y estaban solos.