Delibes, espejo para los jóvenes

ALMUDENA SANZ
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Un trabajo de clase lleva a Pablo Maljean, alumno de Historia y Periodismo de la Universidad de Navarra, a abrir un blog en el que aborda qué puede aportar la obra del escritor a su generación

Pablo Maljean, portátil en mano con el blog que ha creado, enmarcado por la naturaleza, una de las claves de la obra del autor vallisoletano. - Foto: Jon Muñoa

Cuando en la asignatura de Edición de Medios Digitales los pidieron la realización de un blog con relevancia informativa, Pablo Maljean huyó de los humeantes Trump y coronavirus para hablar de su libro, que, en realidad, no es suyo, sino de un clásico que le ha seducido sin remedio y que, además, está de celebración. Miguel Delibes se le antojaba el mejor compañero para este viaje. Este joven estudiante de 5º de Historia y Periodismo de la Universidad de Navarra confiesa que la pluma del escritor vallisoletano le sedujo hace relativamente poco. Había leído en el instituto Cinco horas con Mario y, aunque le gustó, no despertó las emociones que sí vio zarandeadas tras la lectura de El camino, que llamó su atención en una librería de segunda mano de Pamplona y le dejó con ganas de más Delibes. Cree que tuvo mucho que ver que las últimas líneas las terminara en su pueblo, Hormaza, y se sintiera en comunión con El Mochuelo. 

Ese prendamiento palpitó tras la propuesta del trabajo en clase y al autor de El hereje dedica su bitácora. «No quería que fuera un sitio donde volcar todo lo que se está haciendo por el centenario de su nacimiento, sino que pretendo ir más allá y abordar qué puede aportar Delibes, tanto su figura como sus textos, a los jóvenes de hoy en día», explica Maljean sobre este blog, de nombre Delibes nuestro

¿Y qué puede aportar? Sonríe y afirma que aún está trabajando para contestar a esa pregunta. «Se ha escrito mucho sobre otras cosas, pero no sobre Delibes y los jóvenes», anota convencido de que los escritos delibeanos están trufados de espejos en los que puede reflejarse la juventud del siglo XXI. Desde el miedo al futuro que se entrevé en el citado El camino a la importancia de cuidar el medio natural o los problemas de la España vaciada. 

Bocado a bocado, alimenta este sitio virtual. Reconoce que va más a cuentagotas de lo planeado, pero sí avanza que próximamente colgará entrevistas con su biógrafo, Ramón García Domínguez, el comisario de la exposición de la Biblioteca Nacional, Jesús Marchamalo, y el director de la Fundación Miguel Delibes, Fernando Zamácola (espera brindar un bis con otra a Elisa Delibes); un reportaje sobre la experiencia de tres jóvenes de 1º de Comunicación Audiovisual y 2º de Periodismo a las que ha recomendado una obra y de las que recogerá sus sensaciones antes y después de su lectura -«es un experimento científico, quiero saber si a ellas les dice lo mismo que a mí»-; o una fotogalería de Molledo (Cantabria), donde veraneaba el autor (la de Sedano será imposible por las restricciones de movilidad). 

De momento, le gusta la curiosidad que está despertando entre sus compañeros. Muchos se sienten interpelados por el autor. «En sus libros hay muchas capas de entendimiento y se puede conectar muy fácil con él desde cualquier edad. Igual mi pasión por sus libros me nubla la vista y no sé si Delibes es tan revelador para otra gente, pero sí creo que tiene los ingredientes para serlo», remacha seguro de que conseguirá que Delibes sea un poco más de los jóvenes.